Se me viene el chiste a la cabeza casi sin quererlo, pero dudo mucho que fuesen precisamente ganas de reír lo que le entraran al vecino que ayer se encontró una boa constrictor de un metro y medio cuando se disponía a tirar la basura.
Al parecer, y según el relato de la policía, eran las 18.30 horas cuando el hombre, bolsa en mano, abría el contenedor y… ¡sorpresa!
Ya hay quien piensa que podría tratarse de un nuevo mecanismo disuasorio del Ayuntamiento de Logroño para conseguir que no tiremos la basura a deshoras, pero como el asunto se presta claramente a bromas, he aquí una más que en su día fue de lo más comentado: