Las imágenes hablan por sí solas: la vieja estación (la actual hasta que no veamos la nueva) Vs. la futura… de autobuses, que quede claro. Sencillamente, no hay color…
La modernidad y la funcionalidad se imponen, es evidente, pero lo cierto es que ahora que nuestros políticos están hablando (y a voces) de quién y cómo financiar la nueva terminal de autobuses, integrada en la denominada estación intermodal, no estaría de más que nos dijesen qué pasará con la actual estación, coetánea a la de ferrocarril ya derribada…
¿Tal vez le tengan reservada la misma suerte? Solo la piqueta lo sabe…
Nadie en la ciudad de Logroño permanece ajeno al mal estado en el que, a día de hoy, se encuentra la vieja estación. Quien más, quien menos ha pasado por la misma a coger un autocar o a despedir a un amigo pudiendo comprobar in situ el deteriorado aspecto que presenta: los desconchones y las grietas florecen casi con la frecuencia que lo hacen los champiñones en Autol.
Situada en la céntrica Vara de Rey, el inmueble, cuyos flancos laterales se extienden hacia las avenidas de Pío XII y España hasta encontrarse con la calle Belchite, forma un espacio triangular con el que, más pronto que tarde, deberán decidir qué hacer.
Vaya por delante que la recuperación del entorno, que no su demolición, se antojan fundamentales para revitalizar una zona situada en pleno corazón de la ciudad. Ya saben, nanay de… derribos.