Hace una semana retiraban el último símbolo franquista de Barcelona y no sin cierta envidia (sana, por supuesto) estas ‘crónicas majas de ciudad’ se cuestionaban ‘que para cuándo en Logroño…‘
Preguntadas al respecto, fuentes del Ayuntamiento reconocían a Nanay de Logroño que con la que estaba cayendo (contrataciones irregulares, esculturas desaparecidas… y a punto de crear una comisión para investigar el presunto desvío de 200.000 euros de Logroño Turismo para las lonas de la Gran Vía) no era momento para dar aún más que hablar.
“Imagínate la que nos puede caer si ahora salimos con lo de cambiar el nombre a las calles”, me confesaban la tarde de jueves durante la celebración del pleno correspondiente al mes de febrero.
La breve conversación no dio para más… Y es hoy cuando de regreso a la capital de La Rioja tras el fin de semana en Gijón me desayuno con que hasta dos de los concejales del equipo de Gobierno municipal salen a la palestra a dar cuenta de en qué ha quedado todo aquello de la bautizada como Comisión para el Estudio y Aplicación de la Ley de Memoria Histórica.
Una ‘sorpresiva’ comparecencia que, para más inri, llegaba con ‘sorpresa’: y es que finalmente la modificación del nombre de hasta 17 calles logroñesa alusivas a personajes ligados a la Guerra Civil y a la posterior dictatura franquista tendrá que esperar a tiempos mejores… o a Corporaciones más dispuestas a cumplir con la ley.
Crisis económica y falta de consenso político han sido los argumentos esgrimidos por el portavoz municipal, Vicente Urquía. Como contrapartida al ‘no cambio’ en el callejero habrá declaración institucional, cursos de verano y todo lo que ahora nos quieran vender de la misma manera que lo hicieron al inicio de todo el proceso.
Vale que el cambio de nombre de calles implicaría que comercios y otros negocios tuviesen que cambiar tarjetas, cartelería, bolsas y demás…, lo que supondría un coste económico que no sería muy bien recibido en las circunstancias actuales… Pero también vale que dicha ley era aprobada en octubre del 2007 por el Congreso de los Diputados mucho antes de que el propio Zapatero negase y renegase de la crisis a la que se agarran los socialistas logroñeses ¡tres años después! para aplazar su cumplimiento…
De la misma manera, y respecto a lo del consenso, no deja de resultar paradójico que PSOE (y PR por aquello de ser compañeros de viaje) se escuden en el mismo cuando hay indicios más que suficientes para llegar a entender que o se cambian las placas ahora o tocará esperar hasta quién sabe cuándo…
Urquía lo sabe… y el concejal de Educación y Cultura, Carlos Navajas, a la sazón director de los trabajos de la Comisión, también.
Consenso. ¿Unanimidad quieren decir? Raro sería lograr tanto lo uno como la otra con el Partido Popular de por medio cuando el mismísimo Rajoy ya ha anunciado su predisposición a modificar la Ley de Memoria Histórica en cuanto llegue a La Moncloa. El PP, y por tanto, el Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Logroño, nunca se ha sentido cómodo en tal debate, negándose a echar la vista atrás más allá del ascenso al poder del hoy todavía vivo Felipe González…
Una especie de huida hacia el futuro en otra especie de rehuida del pasado que les obliga a convertirse en equilibristas del presente… y si nadie les hace pronunciarse al respecto, mejor que mejor. Franco ‘no ha’ muerto, no… y si no se les pregunta, Franco, ‘lo que no ha’ es existido (dejado huella).