Segundo reportaje electoral y segunda sorpresa. Y ésta me llega después de leer el ya famoso (y superficial a mi modo de ver y de entender) ‘alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica’ de Stéphane Hesel y conversar con dos jubilados y tres universitarios en los alrededores del campus de Logroño sobre las elecciones y lo que nos viene después…
Hessel sufrió la segunda guerra mundial, padeció por varios campos de concentración y entre tanto se hizo un nombre como activista durante la Resistencia francesa a los nazis. Ello le valió para convertirse en diplomático, trabajar en la ONU y formar parte, nada más y nada menos, que del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos… esa que tanto se respeta hoy en día (nótese la ironía).
La vida de Cesáreo Moreno o Martín Morras, también jubilados, poco o nada tiene que ver con la del francés nacido en Alemania… y mucho menos la de Rebeca Merino, David Peso e Ignacio Najarro, universitarios que están empezando como quien dice y aún tienen todo por hacer… (Todos aparecen abajo en la foto de Justo Rodríguez)
“¡Indignaos!”, les dice Hessel en poco más de 60 páginas especialmente a estos últimos… “¡Indignaos!”, les digo yo mientras hablamos con cierta complicidad pues apenas nos llevamos una década y abandoné un campus como el de La Rioja prácticamente antes de ayer.
“¿Rebelión?”, se pregunta Rebeca para responderse ella misma: “La rebelión en la Universidad llegaría únicamente porque suspenden o no dejan que se celebre una fiesta…” ‘Aviaos’ estamos, que diría mi santa madre.