Dicen que fue él quien se lo ofreció y ella quien le dijo que sí. Así lo hemos podido leer en los medios de comunicación locales: Tomás Santos planteó ayer por la mañana a Concepción Gamarra la posibilidad de adelantar su toma de posesión como regidora municipal de las 19 a las 9 horas y ésta aceptó su ofrecimiento ya por la tarde.

Lo cierto es que Cuca tampoco es que tuviese que pensárselo mucho pues era oficioso (que no oficial) el malestar de la alcaldesa electa por que fuese el alcalde en funciones quien tuviese el honor de dar los banderazos el día de San Bernabé. Veo lógico y totalmente comprensible que la número 1 del PP reivindique su lugar, lo que no acierto a comprender del todo es cómo unos y otros han llegado a generar cierta tensión incesesaria por algo que podría haberse evitado desde el principio.

Las fechas estaban ahí, eran conocidas por todos, y no hubiese estado de más tener algo de previsión a fin de evitar encontronazos y situaciones incómodas tanto para Santos como para Gamarra. Sin embargo, a la hora de dar soluciones, uno ha tendido la mano mientras la otra ya se la estaba echando al cuello (eso sí, sin micrófonos de por medio, lo que también es de agradecer).

Cuca será alcaldesa 10 horas antes… y lo será gracias a Tomás, quien en un gesto que le honra ha decidido quitarse de en medio cuando al parecer todo estaba pactado para que, independientemente de lo que decidiesen las urnas el 22-M, el aún primer edil fuese el encargado de agitar la enseña de la ciudad bajo el arco del santo, la confluencia de Cuatro Cantones y ante la puerta del Revellín.

Desconozco si Santos sabía que la dicha de Gamarra no era completa a causa de tal circunstancia… Lo que sí parece seguro es que a él mismo no es que le agradase mucho la idea de procesionar en un acto que, al anunciar que ni tan siquiera iba a tomar su acta de concejal, adquiría demasiadas connotaciones de despedida.

Dicen que nunca es tarde… y ya ven: Tomás se ha quitado un peso de encima, como quería, y Cuca se convertirá en la primera alcaldesa de Logroño el mismo día de la festividad del Patrón de la ciudad nada menos que dando los baderazos en un acto doblemente simbólico al cumplir el voto y, al mismo tiempo, dar la salida a su mandato… justo como también quería.

Podríamos decir que todos contentos, cierto… ¿el pero? Que no deberíamos habernos enterado de lo que nos hemos enterado ni haber oído lo que hemos oído, pues algunos han quedado retratados. Si es que a veces es más difícil saber ganar que perder…