Por sus gestos les conoceréis… Dicen que una persona puede decir en nuestra lengua unas 150 palabras, pero puede percibir y comprender 300, es decir, justo el doble de las pronunciadas. Las mismas fuentes precisan que en nuestra comunicación interpersonal pasamos un 50% del tiempo prestando atención a la comunicación verbal y la otra mitad a la no verbal. En definitiva, que nadie duda de que hay detalles que hablan más de alguien que sus propias palabras.
Hoy sometemos a juicio a alcaldesa y a exalcalde: una por su forma de llegar y otro por la forma de irse. Empecemos por quien ya no está: Tomás Santos. Nadie duda de que el socialista se ha ganado el respeto de la ciudadanía a base de gestos. Gestos como el que le llevó a ‘ceder’ sus últimos banderazos a la nueva regidora municipal pese a que le correspondía a él ondear la enseña de Logroño durante la procesión de San Bernabé y gestos como el que le llevó a acudir a la constitución de la nueva Corporación pese a no tomar posesión de su acta de concejal con el único propósito de entregar de su propia mano el bastón de mando a su sucesora. Caballero, en el primero; y señor, en el segundo… elegante, siempre.
Y sigamos con quien ha llegado, a la Alcaldía, pues ya estaba perfectamente asentada como concejala en el Ayuntamiento de Logroño (primero en el equipo de Gobierno y después en la oposición). Cuca Gamarra se ha ganado el mayoritario respaldo de las urnas a base de palabras. Sin embargo, ahora que es alcaldesa no conviene perder detalle a sus gestos.
El primero ya denota cierto distanciamiento de su predecesor: las dos comparencias públicas como alcaldesa de Logroño han sido en el salón de retratos del Ayuntamiento, con atril y música clásica durante la espera. Nada que ver con la imagen de Santos sentado en la sala de prensa de la que entra y sale todo el mundo. El segundo, más allá del simple gesto, la reunión mantenida con el presidente de La Rioja. El que la primera visita del presidente Pedro Sanz haya llegado el segundo día laborable de Cuca Gamarra como alcaldesa no deja de ser sino todo una declaración de intenciones. Por cierto, me dicen que así también empezó la era Revuelta…
Seguiremos fijándonos… es decir, no perdiendo detalle. Solo entonces podremos opinar con fundamento…
P.D.
Uno de los gestos que no han pasado desapercibidos tomados por el amigo y compañero Justo Rodríguez…