Ni las previsiones más optimistas apuntaban a tan rotundo éxito. Sin embargo, la imagen de uno de los dos sentidos de la Gran Vía repleto de todo tipo de gente y condición, desde la fuente de los ilustres a la del vino, hizo saltar por los aires todos los pronósticos. Miles de ‘indignados’ se echaron a la calle para refrendar la buena salud del movimiento en la primera gran protesta tras los actos de San Bernabé.
El 15M logroñés hizo ayer toda una exhibición de fuerza para, de paso y al paso, salir reforzado de cara a futuras convocatorias. Sin incidentes ni incidencias. Marcha lúdica y reivindicativa… ciudadana, en definitiva.