Dice el proverbio árabe que el hombre teme al tiempo pero que el tiempo teme a las pirámides… y a la pasarela de La Cava, habría que añadir en una revisión ‘made in La Rioja’. Ni la construcción de la de Keops acarreó al gran faraón los quebraderos de cabeza que la reparación de la pasarela peatonal que salva la circunvalación sur está suponiendo para el Ayuntamiento de Logroño.
Si unos estuvieron dos años y pico y se fueron sin arreglar 63 de los cristales que resultaron destrozados tras el vendaval de enero del 2009, otros llevan dos meses, acaban de prorrogar las obras otros dos más, y aún así todo depende de que la empresas encargada de fabricar los vidrios, la única en España que suministra los que aparecen exactamente reflejados en el contrato, cumpla su palabra con la adjudicataria.
Adjudicataria que, dicho sea de paso, es la tercera que lo intenta y la tercera que está encontrando problemas a la hora de poder cumplir con lo firmado. Habrá que ver la cara que se le quedará a más de uno como, después de todo, el 12 de octubre tampoco estén colocados los dichosos cristalitos…. ver la cara y, sobre todo, escuchar excusas. Nuevas excusas, eso sí.
Lo de la pasarela de La Cava es de chiste, sí, y permítanme que aprovechando que ahora estamos de vacaciones y nadie nos lee, yo, al menos, me eche unas risas… las mismas que Indiana Jones en su última aventura, ya saben: la de la pasarela maldita.