Y ahora nos salen con que quien quiera ir a los toros, que se lo pague de su bolsillo… Lo que nos faltaba por oír, dirán ustedes, con más razón que un Santo (Mateo o no). Ustedes, precisamente ustedes que llevan ‘sanmateos’ tras ‘sanmateos’ haciendo cola para sacar su abono de feria independientemente del cartel de la misma manera que una vez en el ‘gallinero’ de La Ribera y justo cuando la faena entra en esos momentos que ni fu ni fa se preguntan qué habrá que hacer para que a uno le inviten a un palco…
Años y años viendo los toros ‘by the face’ (por la cara, para los poco duchos en el idioma de Shakespeare) y ahora les quieren hacer ver que los políticos también pagan… Y es que la decisión de la nueva Corporación municipal de renunciar al centenar de entradas gratis con que el empresario de la plaza de toros ‘obsequiaba’ al Ayuntamiento de Logroño tiene truco. Al menos así lo cree una mayoría cansada de las prebendas de alcaldes y concejales (léase el Teléfono del Lector de las últimas semanas), la misma que se pregunta por qué los toros sí y no el fútbol, los conciertos, el teatro o cualquier otro espectáculo en el que cualquier cargo sirve para no pasar por taquilla.
Legislaturas y legislaturas con el Señor De Balde y la Señora De Gorra ocupando las primeras filas de cualquier acontecimiento social de la capital de La Rioja hacen que medidas como la adoptada por el nuevo equipo de Gobierno municipal no obtengan el resultado esperado… Simplemente llegan tarde. Que ahora pretendan pasar por ciudadanos de a pie después de los excesos de antaño no cuela. Al menos no por la patilla…
Ya no vale, como tampoco vale guardar fila en las degustaciones de las fiestas que ahora llegan solo para salir en la foto. ¿O es que acaso no han caído en la cuenta de que el anuncio de la renuncia a no ver los toros gratis ha coincidido en el tiempo con un partido de fútbol de la Selección Española en el que nos han dejado claro que, con crisis o sin ella, siempre ha habido y seguirá habiendo clases y clases?