Habemus sentencia: el Juzgado de Primera Instancia Nº 5 de Vitoria ha venido a dar la razón al Ayuntamiento de Logroño en su demanda contra Nova Idea Imagen a la que responsabiliza de la ‘desaparición’ de cuatro esculturas que, adjudicadas y abonadas en su día a Jazz Group, la Administración local dejó en ‘depósito’ en las dependencias de la citada subcontrata. Tales son los hechos probados por el juez en una sentencia de la que pueden hacerse hasta tres lecturas bien diferencias: la judicial, la política y la ciudadana, esa que les afecta tantos a ustedes como a mí.
Comenzamos por la primera, es decir, la judicial o estrictamente jurídica. El Ayuntamiento de Logroño fue a lo que fue, es decir, a recuperar las esculturas o, en su defecto, los 69.020 euros que había pagado por ellas y eso es lo que ha conseguido, de momento, en primera instancia.
La Justicia ha dado la razón al anterior equipo de Gobierno de PSOE y PR y ha estimado “íntegramente” la demanda contra Nova Idea Imagen, la subcontrata, después de que los propios servicios jurídicos municipales en una controvertida decisión que ya motivó las críticas del PP eximiesen de responsabilidad a Jazz Group, la adjudicataria del contrato y la que cobró hace más de dos años por un trabajo que aún no ha visto la luz.
Nova Idea Imagen se defiende asegurando que el conjunto escultórico de la polémica se lo llevó Jazz Group, algo que no han podido demostrar documentalmente por lo que el juez entiende que lo que queda vulnerado es un “contrato de depósito de carácter verbal” entre Administración local y subcontrata.
Pediente quedan por esclarecer supuestas irregularidades en la contratación inicial, aunque ya un informe de los servicios técnico-jurídicos municipales aunque con algún ‘pero’ concluye que se siguieron los cauces previstos en la Ley de Contratos del Sector Público, el ‘sobrecoste’ del precio de la citada adjudicación, y el pago y la devolución de la fianza a Jazz Group antes incluso de que el Ayuntamiento hubiese llegado a recibir materialmente las esculturas por no hablar ya de su posterior (y aún pendiente) colocación. Y digo pendiente porque la Fiscalía, como ya se informó en su día, ha abierto diligencias informativas sobre este y otros contratos firmados entre la Administración local y Jazz Group correspondientes a la pasada legislatura.
Han sido nueve meses intensos… un ‘embarazo’ (más embarazoso para unos que para otros) con elecciones de por medio que concluye con el parto de una esperada sentencia que responsabiliza de la ‘desaparición’ a Nova Idea tal y como venían sosteniendo socialistas y regionalistas, si bien la teoría de la ‘mano negra’, esa que apunta a una estrategia de acoso y derribo con los populares en la sombra moviendo los hilos para obtener réditos electorales de cara al 22-M, aún está por demostrar. Queda pendiente, pues, que alguien aporte pruebas de esa supuesta connivencia PP-Nova Idea. El PR, de momento, hoy mismo ha adelanto que sigue investigando y tirando de la cuerda en ese sentido.
La segunda lectura sería la política, la que nos tuvo entretenidos en precampaña, en campaña y sigue haciéndolo, ahora, en poscampaña. Esa en las que las declaraciones de los testigos que salpican el citado fallo judicial hablan del poco o nulo interés mostrado por el Ayuntamiento de Logroño por llevarse las esculturas que durante meses estuvieron durmiendo el sueño de los justos en los talleres de Nova Idea Imagen sin que nadie las echase en falta hasta que casi dos años después el PP denunciase públicamente su ausencia. Una lectura que invita a reflexionar sobre la gestión que nuestros gobernantes hacen del dinero público y de unos bienes, no lo olvidemos, propiedad de todos.
La tercera lectura, a la que me he referido como ciudadana, vendría a dar voz a todos aquellos logroñeses y logroñesas que desde febrero del 2011 se han tenido que venir desayunando con un extraño caso, por rocambolesco; por el que según se iban dando giros y más giros se han visto obligados a asistir atónitos a una guerra de declaraciones interesadas, medias verdades e incluso intentos de ocultar la verdad cuando lo único claro era que su ayuntamiento había pagado por algo de lo que no podían disfrutar.
Y es que el nuevo capítulo que supone la sentencia en cuestión deja una certeza: que parece poco probable que a estas alturas las esculturas aparezcan. Los habituales saben que solo en este blog se han publicado periódicamente añadidos según el caso se iba ‘enredando’ más y más… Basta con meter las palabras ‘esculturas desaparecidas’, ‘Jazz Group’ o ‘Nova Idea Imagen’ en el buscador de aquí al lado para ver una amplia lista que dejaría corto este post si fuese enlazando uno por uno.
El juez, en principio, ha hablado: las esculturas se hicieron, hubo quien las vio, y de la misma manera, es decir, cual estrella fugaz, desaparecieron… Quién, cómo y por qué las hizo desaparecer es, por tanto, pregunta obligada si de verdad estamos interesados en atar cabos y resolver el rompecabezas.
De momento, repito, parece poco probable que las esculturas aparezcan y que, por tanto, vuelvan a ser vistas. Considérense, pues, afortunados, los funcionarios municipales y empleados y exempleados de Jazz Group que en su declaración dan prueba de que pudieron llegar a contemplarlas aunque solo fuese unos segundos. El resto, a la espera de fotos que al parecer es lo que hay, tendremos que seguir esperando.
P.D.
Las fotos, de Alfredo Iglesias, muestran las placas a partir de cuyos diseños se encargaron las denominadas ‘estaciones de la vid’.