Al menos durante la pasada legislatura, y en no pocos aspectos, Gijón fue para Logroño el espejo en el que mirarse… o al menos uno de ellos: que si la tarjeta ciudadana, que si la modificación del registro de bienes e intereses, que si los cargadores eléctricos para motocicletas…
En parte (o eso creo) se debió a la exconcejala de Medio Ambiente, la socialista Concha Arribas, una enamorada de la ciudad asturiana que, en su parcela, se dejó inspirar por lo que veía cada vez que visitaba la Gigia romana: que si tal ornamentación en cual jardinera, que si el ‘camuflado’ vía graffiti de las cajas de la luz, que si ‘no-se-qué’ innovación en materia de limpieza…
Lo curioso es que yo también visito con frecuencia Gijón pues como ya saben los asiduos mujer e hijo son originarios de la villa de Jovellanos… y a mucha honra. Y como tampoco dejo de fijarme en lo que veo aquí y allá, el pasado fin de semana no pude más que detenerme ante lo último: contenedores de basura accesibles para personas con dificultades de movilidad.
Y eso es precisamente lo que les traigo de vuelta. Esperando que hayan tenido un buen puente… y aunque no lo hayan tenido, ¿no les parece una buena idea?