El Grupo Municipal Socialista intentó cerrar el grifo sin darse cuenta de que se trataba de una fuga. La avería, de consecuencias impredecibles para un PSOE con menos fontaneros de los previstos, sigue siendo evaluada 24 horas después a la espera de que tenga arreglo. El PSOE no preparó la estrategia y Santos compareció en rueda de prensa no solo con el guión cambiado sino con la persona equivocada. Tanto asesor y… deberían hacérselo mirar.

Su convocatoria para poner sobre la mesa las contrataciones denunciadas como irregulares por parte del PP a fin de desmontar el ‘argumentario’ esgrimido por el Grupo Municipal Popular durante esta última semana se vio lastrada por la actualidad, unas esculturas de entre 2,5 y 3 metros que han hecho tambalearse más que nunca los ya de por sí debilitados cimientos del pacto de Gobierno local a algo más de tres meses de las elecciones.

Justo cuando todos esperábamos que el alcalde llevase de la oreja al regionalista Ángel Varea para que explicase públicamente lo sucedido y, con un golpe en la mesa, anunciar la correspondiente depuración de responsabilidades, Tomás acudía con su mano derecha, Vicente Urquía, llegando a reconocer “mala gestión” y “cierta negligencia” en torno al asunto del plan de dinamización turística con el que en Duquesa de la Victoria se frotan las manos.

La tibieza del alcalde en la respuesta al escándalo que envuelve a día de hoy el citado plan, perteneciente a la Concejalía de Promoción de la Ciudad, y el que puede envolver en breve a diferentes contratos publicitarios relativos a la revisión de otro plan, este de ordenación urbana, ha llevado a que Santos tenga que comerse solo un ‘sapo’ que le corresponde al PR por ser áreas de su gestión: las dudas sobrevuelan Turismo y Urbanismo y el PR, que al contrario que su socio de Alcaldía sí que parecen tener clara la estrategia, ya ha abandonado el barco.

La crisis de gobierno ha dejado claro el divorcio entre socialistas y regionalistas. Y han sido precisamente estos últimos quienes se han encargado de escenificarlo mientras Santos y los suyos siguen empeñados en no-se-qué cuestiones de lealtad.

Es sabido que cuando se acerca el final de una legislatura y se vislumbran elecciones los partidos que gobiernan en coalición se afanan por desmarcarse de su hasta entonces compañero de fatigas previo paso a comenzar a retomar de nuevo sus propias siglas. Sin embargo, en el caso del bipartito logroñés tal maniobra se ha producido quizás antes de tiempo y de manera poco decorosa.

Solo así puede uno explicarse la comparecencia del presidente del PR, Miguel González de Legarra, y del secretario del mismo, Miguel Gómez Ijalba, para anunciar que, por su cuenta y riesgo, van a llevar un centenar de contratos menores del Ayuntamiento de Logroño a los juzgados para que sean fiscalizados por los tribunales a fin de aclarar que todo está en orden.

Un verdadero ejercicio de cinismo político el de enarbolar la bandera de la transparencia cuando son precisamente sus áreas de Gobierno municipales las puestas en entredicho. Y máxime cuando tanto Legarra como Ijalba seguro que saben de sobra que los tribunales ordinarios no tienen entre sus competencias fiscalizar ni nada que se le parezca.

Mientras, el PSOE, quizás midiendo mal el que las elecciones son el 22 de mayo de este año y no del 2012 como uno puede llegar a pensar viendo la manera de gestionar tal desaguisado, ha adoptado la actitud del boxeador encajador… eso sí, sin aclararnos si es capaz o no de golpear con el puño (que no con la rosa) y en un momento dado hacerse con el combate.

De momento, y al menos durante esta semana, solo se tambalea… El PP, desde su privilegiada posición, espera cobrarse el botín, y lo hace con una denuncia de la que a buen seguro no esperaban sacar tajada tan sabrosa.

Mar San Martín ha conseguido poner en jaque a PSOE y PR cuando la legislatura expira. Ahora ya se siente sabedora de que solo le falta dar el ‘mate’. La oposición, ahora sí, parece haber encontrado un filón cuando ya no confiaba en ello. Y no estaba ni en las chiquibecas, ni en la paralización del complejo de salud San Millán ni siquiera en el rescate de la AP-68. Estaba en algo tan sencillo y simple como unas esculturas de acero corten que encargadas a finales de 2008 amenazan con caer en la cabeza del bipartito dos años después.

A Santos y a Varea solo les toca cubrirse para protegerse del impacto… y de momento el segundo parece tenerlo más claro a la hora de esquivar el golpe.