“La gastronomía y el comer bien lo llevamos dentro de nuestros genes…”, ha dicho Cuca Gamarra; lo de tapear gratis debe ser que no, apostillo yo, “…forma parte de la forma de ser y de vivir de los logroneses y de todos los riojanos”, ha proseguido la alcaldesa para valorar el que Logroño (y La Rioja, no nos olvidemos) haya sido designada Capital Española de la Gastronomía en 2012.
Diez ciudades españolas aspiraban a tan honorífico título, una iniciativa de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR) y de la de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET), que tiene como objetivo defender el valor del turismo gastronómico como elemento fundamental de promoción y de desarrollo económico sostenible. Y digo honorífico porque, hasta que no se demuestre lo contrario, el citado título no deja de ser una etiqueta más: igual que la de 1ª Ciudad Comercial de España en 1997 o la de Mejor Ciudad para Vivir el pasado 2010, es decir, de esas que no van acompañadas de la correspondiente dotación económica de fuera, sino que en caso de haberla sale de dentro… de las administraciones de aquí. ¿Tan buen negocio como piensan algunos? Pues según se mire, y ahora les explico.
Sin ahondar en todos los motivos ya publicados (y, por tanto, leídos) de la decisión del jurado, me llama la atención que precisamente una de las razones de valoración haya sido el que el Gobierno de La Rioja comprometiese “los recursos económicos suficientes para desarrollar el programa de actividades expuesto en la candidatura”. Y me centro en este y no en otros aspectos porque hasta la fecha nadie se ha dignado a dar cifra alguna; es más, ni tan siquiera se ha dicho si tal programación será el calendario habitual de citas en torno a los productos de la tierra o se trata de actos nuevos; ni si habrá esto o se quitará lo otro; ni si vendrá este o se irá el de más allá… Ni mucho menos cuánto dinero nos costará y qué previsiones hay de rentabilizarlo.
Como verán, de momento, son muchas las dudas; al menos para un servidor… lo que no quita para que sea una excelente noticia. Y es que más allá de las felicitaciones, las palmaditas en la espalda y, ni que decir tiene, la repercusión mediática que al menos en las diez ciudades que optaban a tal honor habrá tenido la elección de Logroño, a día de hoy solo podemos hablar de Capital y tal y tal…