La elección de La Rioja-Logroño como Capital Española de la Gastronomía parece atragantársele a más de uno y la digestión de la decisión de la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (Fepet) se anuncia larga, cuando no directamente indigesta. Ayer mismo Valladolid se salía del menú denunciando el mal estado de los ‘alimentos’ (léase también elementos) de valoración, ‘tongo’ para los comensales más tragaldabas.
Mercedes Cantalapiedra, concejala de Cultura, Comercio y Turismo y primera teniente de alcalde del Ayuntamiento pucelano, declaraba con el cuchillo entre los dientes que “el premio nace viciado” y exigía al ‘camarero’ la hoja de reclamaciones, entendiendo por tal “que nos enseñen los expedientes” al considerar que han existido irregularidades en tal guiso. La misma, también del PP, argumenta que, en vísperas de Reyes, el Consistorio vallisoletano recibió un correo electrónico en el que la FEHR explicaba que se había constituido un nuevo premio para elegir a la Capital Española de la Gastronomía y que habían decidido entregárselo este año a La Rioja-Logroño en la gala anual de las asociaciones de hostelería pero que, en años sucesivos, se realizaría una convocatoria pública.
El hecho de que la FEHR tuviera intención de conceder directamente el premio a Logroño no sentó nada bien en el Ayuntamiento de Valladolid, de manera que Mercedes Cantalapiedra habló con el presidente de la citada federación para expresarle su malestar. Solo ante esta protesta, y siempre según publica El Norte de Castilla, los organizadores dieron un quiebro y optaron por ‘cocinar’ un concurso público con sus correspondientes requisitos.
Un concurso público que, dicho sea de paso, ya desde antes había generado cierto malestar entre aspirantes y candidatas. Y es que, según publicó La Nueva España, la presencia de Gijón a última hora en un certamen en principio reservado para capitales de provincia generó no pocas críticas en Oviedo.
Algo que igual tampoco pasaría de la anécdota de no haber sido porque, a menos de 24 horas para el cierre del plazo de presentación de candidaturas y ante las noticias aparecidas en algunos medios, el Comité Técnico de la Capitalidad Española de la Gastronomía se veía obligado a aclarar mediante un comunicado que “oficialmente” solo se había recibido la documentación correspondiente a las ciudades de Logroño, Sevilla y Gijón.
Según diversas informaciones, y en esta ocasión según recogía Europa Press, las ciudades de Oviedo, Lugo y Salamanca también habrían decidido presentar su candidatura aunque el dossier “aún no había sido entregado” cuando expiraba el plazo. Curioso también resultaba que otras ciudades españolas como Cáceres, Santiago de Compostela y Valladolid tan solo se hubiesen dirigido por entonces a la organización para solicitar información complementaria.
El resto de la historia, quienes habitualmente me siguen en Facebook (Javier Campos Rodríguez) o en Twitter (@javiercampos78), ya se la saben… Sobre todo que siendo como eran Logroño, Gijón y Sevilla las supuestas finalistas, finalmente la candidatura riojana se impusiese tras una “dura pugna” a ¡Oviedo y Valladolid! Y todo ello mientras unos hablaban de 10 candidaturas y otros de 11… ¿Pesado o no de digerir? Juzguen ustedes mismos.