Ahora que tanto se habla de mercados no está de más recordar que la crisis no es exclusiva de los financieros, y ahí están los ‘de abastos’ para confirmarlo… Aquellos en los que las baldosas sustituyen al parqué en el mejor de los casos, los bonos tienen forma de pescadilla o de solomillo de ternera y la deuda pública se oferta en cajas de tomates o en hueveras. Esos en los que el IBEX 35 no es ni tan siquiera posible al no haber tantos valores (entiéndanse por puestos) para llenar la ‘otra’ bolsa.
Media docena de mercados tradicionales urbanos, uno público y hasta cinco privados, abren y cierran cada día sus puertas en Logroño con unos números que, al igual que sucede en el mundialmente conocido Wall Street, son muy a tener en cuenta para conocer el estado general de la economía, en este caso la familiar o doméstica. Y esta, a día de hoy, se encuentra en números rojos… esos que hacen que algunos bajen la persiana para no volver a abrir negocio… con acciones o sin ellas.
6 puestos abiertos de 30 en el Mercado Múgica, 12 de 30 en el Mercado Patricia, 14 de 30 en los de Milicias y Murrieta… Valores que cotizan a la baja con la sombra de su particular ‘crack’ sobrevolando carnicerías, pescaderías y fruterías… ¿Hay ‘rescate’ posible para el pollo, la merluza y la lechuga? La prima de riesgo, como la mía, la suya o la de la vecina del quinto, aquí sí que serían bienvenidas. Pasen y lean…