Hoy (por el pasado lunes) es el día y, quizás a estas horas, ya incluso hayan empezado. Ármese de paciencia, pues en el peor de los casos le esperan ocho largas semanas… O eso han dicho. También puede ser que, como yo, ya esté de vacaciones y, buscado o no, acorte quien sabe si la última fase de unas obras de nunca acabar. Y es que lo cierto es que las palas excavadoras, los martillos compresores y las hormigoneras eléctricas aparecieron en pleno centro de Logroño a comienzos del 2006 y superado el ecuador del 2012 aún no se han ido.
Ya van casi siete años en el que los operarios se han convertido en unos vecinos más… ¡y vaya vecinos más molestos!, pensarán quienes se han visto obligados a sufrir a los que vinieron como huéspedes sin que nadie sospechase de que venían para quedarse. La rehabilitación integral del firme de Gran Vía nace con la intención de desprenderse de tan incómodas y cada vez más frecuentes visitas, pero está por ver si éste es el portazo definitivo. El propio informe de Ciesm-Intevía, en el que se basa la solución que nos venden como duradera, deja claro que se deberá cuidar especialmente el mantenimiento de la rejilla y el drenaje, pues «aunque la rehabilitación del firme ofrecerá un pavimento suficientemente resistente, quedarán puntos débiles como la rejilla o los pavimentos de las intersecciones».
La enésima reparación supondrá definitivamente el levantamiento del adoquín, y en el hueco que vayan dejando –y no será por falta de ‘huecos’ tras desistir del parcheado durante el último año– correrán ríos de asfalto… y de tinta. Al menos un ‘hilillo’, que diría aquel, por cada euro invertido: casi 500.000 a sumar a los 6,4 millones de sobrecoste y casi uno en arreglos.
P. D.
Ya sé que dije que el martes colgaría el último artículo de análisis/opinión que bajo la denominación de ‘Diario de un Hombre Loco’ publico cada 15 días en las páginas de Diario LA RIOJA, pero ‘causas de fuerza mayor’ no me lo han permitido hasta hoy… el caso es que en ello estaba cuando mi esposa (créanme lo que les digo, queridos lectores) se pudo de parto. Dejo para el siguiente post, según lo prometido, la ‘sorpresa’ relativa a la Gran Vía.