El ‘multacar’ ha vuelto, sí, pero lo ha hecho con un uso tan limitado que corre el riesgo de que los conductores lo tomen, ¡paradojas tratándose de la Policía Local!, por el pito del sereno… No sería la primera vez, pues el servicio, desde su entrada en funcionamiento en febrero del 2009, no ha dejado de ser noticia y no precisamente por su eficacia a la hora de paliar un problema como es el de la doble fila. Estacionar mal ocupando e inutilizando un carril de circulación, aunque sea para los cinco minutos de rigor que lo justifican y supuestamente excusan, no deja de ser una de las conductas más incívicas e insolidarias, aparte de molestas y peligrosas, a la hora de coger el coche.
El ‘multacar’ ha vuelto, también, pero amén de los 15 días de gracia para concienciarnos de que eso está muy feo –¡cómo si fuésemos nuevos y no supiésemos lo que conlleva !–, de momento lo hará en sólo seis calles. El resultado ya se puede ver en vías como Vara de Rey: ‘libre’ de una doble fila que, ¡sorpresa!, se ha desplazado justo a la vuelta, es decir, a calles como Santa Isabel y Somosierra por si no tuviesen ya bastante.
El ‘multacar’ ha vuelto, otra vez, y lo ha hecho, y esto sí que es novedad, con el reconocimiento explícito de la Concejalía de Interior de que «eliminar por completo la doble fila sería casi una quimera» al tratarse de «una pauta muy interiorizada por algunos conductores que hace imposible desterrarla por completo». Una invitación implícita a un ‘¡sonría, que viene el multacar!’ a no ser que al final resulte ser el cuento del pastorcillo mentiroso y el lobo. Y es que decir que «quienes aparcan en doble fila son los menos, aunque la sensación pueda parecer otra», es mucho decir…