Si con el control de acceso a plenos municipales del Ayuntamiento de Logroño previa solicitud y con aforo limitado se trataba de garantizar el «normal funcionamiento» de las sesiones tal y como se nos dijo hace ahora cinco meses, a día de hoy y vista la primera de las convocatorias del recién estrenado curso político, no cabe duda de que todo ha vuelto a la más absoluta normalidad, es decir, a la ausencia casi total de público.
Que sobre plenario no es algo nuevo… No en vano, quienes nos dedicamos a esto del periodismo local hemos podido asistir a cómo la desafección política vaciaba progresivamente las butacas reservadas en teoría para la ciudadanía al tiempo que el descontento las llenaba de una parte de esa misma ciudadanía en la práctica.
Lo cierto es que sucedió de la noche a la mañana, pillando con el pie cambiado al equipo de Gobierno que, aprovechando las protestas laborales del propio personal de la casa hoy ya acalladas, metió en el saco del creciente malestar social de manera indiscriminada cualquier tipo de manifestación dando el paso hacia un control que, para más inri, ya se daba, pues desde siempre se ha tenido que mostrar el DNI al acceder a las dependencias municipales.
Hoy, cuando de aquella polémica no queda más que el ‘hashtag’ #entradalibreplenos, uno se da cuenta de que para aquel viaje no hacían falta alforjas… El plenario vuelve a estar vacío y a los que se les señalaba han optado por convocar plenos alternativos y paralelos no dentro sino fuera de la Casa Consistorial, en la plaza del pueblo. Que la asistencia al pleno de la calle multiplique por diez la del pleno del propio Ayuntamiento debería dar que pensar a los concejales. Sólo reclaman participar, pero paradójicamente el concejal de Participación Ciudadana dejó claro el otro día que a la participación no se obliga, sino que se invita…
P. D.
Vídeo de Asamblea Logroño publicitando la iniciativa de los plenos alternativos a los plenos municipales disponible en YouTube.