Ya no se trata de querer o no querer, es que la ley obliga. Casos como el de la denegada reapertura del Tívoli, en la esquina de Bretón de los Herreros con Capitán Gallarza, o el del empresario del café Bretón con su fallido intento de abrir un bar en la plaza de San Bartolomé, llevan durante la presente legislatura poniendo la necesidad sobre la mesa. De hecho, la adaptación a la directiva europea que en la práctica supone la eliminación de distancias entre bares –100 metros con carácter general y 25 en el Casco Antiguo a excepción de las calles más turísticas– debería haberse llevado a cabo en el 2009 por parte del Ayuntamiento de Logroño, es decir, incluso con la anterior Corporación.
Tal y como ya adelantase Diario LA RIOJA, la Ley Ómnibus, nombre que recibe la ley española 25/2009, de 22 de diciembre del 2009, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio –para adaptar la legislación española a la Directiva Bolkestein, más exactamente la Directiva 2006/123/CE, que persigue eliminar trabas burocráticas del sector servicios–, obliga en la práctica a la desaparición de tales distancias, algo que ya se ha aplicado en distintas ciudades españolas.
El problema, cuatro años después, no es nuevo. De hecho, a principios del año pasado las dos grandes asociaciones del sector, Hostelería Riojana de la FER y Arbacares, ya reclamaban la aplicación de la citada directiva europea. Ni más ni menos. Entonces este periódico informaba de que el equipo de Gobierno, consciente del asunto, trabajaba en la redacción de un nuevo marco legal para cumplir con las directrices de la UE sin que a día de hoy haya noticias.
Arbacares, beligerante entre el 2007 y el 2008 con una supresión de distancias con carácter temporal, se muestra hoy favorable a la misma. «El sector está hoy maduro, la situación económica es la que es, y Arbacares, que nadie lo olvide, se opuso porque el Ayuntamiento eliminó distancias de la noche a la mañana para finalmente rectificar», recuerda Enrique Arévalo. Actualmente, cree que es más que razonable acometer el tema. «Ahora no vale con hablar de plazos, pues el plazo inicial de dos años para la adaptación a la directiva europea ya pasó».
Hostelería Riojana, de la FER, siempre ha apostado por la liberalización del sector. «Si ahora vienen con excepcionalidades, volveremos a lo mismo», adelanta Francisco Martínez Berges en relación a las salvedades bajo justificación que permitiría la ley como en las zonas catalogadas como saturadas.
Desde la oposición se volvían a mostrar a favor de eliminar las distancias desde el consenso tanto con los hosteleros como con los vecinos… en los bares de día, eso sí. «No tiene sentido poner trabas a la inversión en los tiempos que corren; hay que hacerlo con orden, es decir, ver en qué plazos y de qué maneras», explicaba el concejal del PSOE Vicente Urquía. El equipo de Gobierno del PP se limitaba a decir que el proyecto está muy avanzado.
P. D.
Extracto de la información publicada en Diario LA RIOJA y Kiosko y Más.