El PSOE pide ahora exhumar los restos mortales de Franco del Valle de los Caídos con una proposición no de ley con detractores hasta en el seno del propio partido. No en vano, quien más, quien menos, puede llegar a cuestionarse cómo, tratándose de un tema de tanta trascendencia para unas siglas -¿o no es más que un guiño al electorado de izquierdas cuando vienen mal dadas?-, no han tenido tiempo para hacerlo pese a haber gobernado la mayor parte de la democracia. Y es que si desde fuera se entiende que con la que está cayendo no es momento para entretenerse removiendo huesos, desde dentro hay quien no acierta a comprender qué adelantan con acordarse en la oposición de lo que hubiese podido hacerse (si de verdad se hubiese querido o se quisiese) cuando se estaba en el Gobierno.
Andan desmemoriados los socialistas obreros españoles hasta con los asuntos de memoria histórica. Sucede que en Logroño, y apenas hay que remontarse a la pasada legislatura, se dejó sobre la mesa el cambio de nombres franquistas de hasta 17 calles de la capital de La Rioja con un alcalde del PSOE en el Ayuntamiento. Sucede que, al igual que en Madrid, el informe encargado por Zapatero a los “expertos” en memoria histórica designados por el Ejecutivo se quedó guardado en un cajón, las conclusiones de la comisión para el estudio y aplicación de la misma ley en Logroño, que constituida por el bipartito de PSOE y PR no dejó sitio a partes tan implicadas como IU o la propia CNT, tampoco llegaron a materializarse.
El exalcalde socialista Santos con Henar Moreno, de IU, en el pleno extraordinario por la ley de la memoria histórica de la pasada legislatura. / J. H.
Hoy, hay socialistas locales que reconocen no sólo el error, sino que además aseguran que ya entonces se opusieron a tal aplazamiento. ¿Que hay que hacerlo? Pues sí, pero a buenas horas… Excusas, por lo que pueda pasar, siempre se podrán encontrar.