Difícil darse cuenta… o no. Complicado percibir la diferencia… o sí. ¿Basta con levantar la vista o hay que fijarse aún más y esperar a que el ojo detecte que falta algo de la visión a la que estaba acostumbrado desde hace años? El luminoso que coronaba el edificio Capitol, popularmente conocido como el del Banco Guipuzcoano, ya no volverá a lucir en la horquilla entre Jorge Vigón y Villamediana. El traslado de la oficina bancaria, que se ubicaba en los bajos de los números 22, 22A y 22 B, tras la integración de la citada entidad financiera en el Sabadell ha conllevado su desaparición y lo cierto es que, para no pocos, su retirada ha pasado prácticamente desapercibida pese a haberse convertido en una dee las cimas del pequeño ‘skyline’ logroñés…
Diario LA RIOJA localizaba la pasada semana a algunos de los inquilinos de la torre, quienes tampoco parecían echarla mucho de menos. Algunos, de hecho, ni se habían percatado. No en vano, superan el centenar… «Sí que se habló algo en una reunión de la comunidad de propietarios», hubo quien precisaba. El letrero no ocupa su cima desde el pasado diciembre dejando huérfano en las alturas, curiosamente, al de Caja Rioja, que sí que se mantiene en un edificio situado al otro extremo de la Gran Vía, ya en Murrieta.
El letrero del Guipuzcoano prácticamente se alzó a la par que el edificio –«hito arquitectónico, especulativo y escultórico» de finales de los 70 «que cierra la perspectiva de la Gran Vía» donde «es curioso su parecido con la aguja del monumento del Labrador», según detallaba la Guía de Arquitectura de Logroño de Juan Díez del Corral–, que con el paso de las décadas se convertía en uno de esos «lugares y detalles de la ciudad que, por la intensidad de su uso, por su carácter tópico o típico o por su singularidad, se han convertido en pequeños referentes, en visitas obligadas o en sentimentales iconos», como también hacía referencia la última Guía de Arquitectura editada por el COAR, en este caso bajo la firma de José Miguel y Aurora León.
Si la parte alta del edificio Capitol ha visto alterada su imagen habitual que databa desde los primeros 80, lo cierto es que la baja no es que haya sufrido menos transformaciones últimamente. Y es que en lo que fueron las instalaciones del Banco Guipuzcoano, estratégico enclave donde se recuerda que estuvo la finca y los talleres de Isidro Jover, se ha instalado recientemente una panadería-cafetería llamada Pannus, realzando productos de ‘delicatessen’, y las dependencias de Renta 4 Banco.
P. D.
Extracto de la información publicada en Diario LA RIOJA y Kiosko y Más.