Y en la ciudad consolidada, por obra y gracia, al tejido urbano le hicieron un ‘siete’ de dimensiones que otros tantos años después no hay quien lo zurza… Maristas se fue, y con la marcha del colegio también desapareció parte del entramado de las denominadas Cien Tiendas que solo Dios sabe si algún día volverá a ser lo que fue. Los alrededores del antiguo San José dan fe de ello… El tramo intermedio de la calle Calvo Sotelo, apenas 210 metros de peatonal que junto al resto de adoquinado aguardan impacientes la comprometida actuación municipal en pro de su reactivación, encadenan cierres y traslados hasta desembocar en una ‘desertización’ que hace que el proyecto sea apto sólo para los más creyentes –o crédulos–. Nadie mejor que los vecinos y comerciantes de la zona pueden dar cuenta de ello… de lo sucedido. Negocios ‘sitiados’ por la crisis, que no precisamente por la clientela.
El caso podría ser objeto de estudio, económico, sociológico o del carácter que cada cual quiera. Sirva como ejemplo lo confesado a este mismo periodista por el mismísimo decano del Colegio de Economistas de La Rioja coincidiendo con el traslado de su sede precisamente a la ‘zona cero’. «Esperemos que al menos sirva para dinamizar un poco la calle, que es realmente una pena… Cuando vinimos buscando local nos llamó la atención la gran cantidad que había vacíos», reconocía Fernando Rubio, quien demandaba a la Administración local una actuación lógica y realista en el solar para conseguir una revitalización real. Afortunadamente la ciudad consolidada no tropezó dos veces con la misma piedra y Escolapios, que en su día quiso seguir los mismos pasos que Maristas, se queda. Su marcha hubiese sido un error. El mismo error… ese del que ahora todos hablan en privado y muy pocos reconocen en público.