Yagüe ya tiene centro cívico; y su asociación de vecinos, presidenta. Y cuando digo presidenta quiero decir presidenta, ya saben, con mayúsculas: de las que ejercen como tal y no hacen dejación de funciones ni los días de fiesta. Y ayer créanme que lo era. Blanca Pascual tomó la palabra después de que lo hiciese la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, y tras la entrega de llaves que servía como acto inaugural de las nuevas dependencias dijo lo que ella, como presidenta, tenía que decir. Y lo cierto es que, viendo las caras que pudieron verse, mucho no es que gustase lo que dijo.
Nerviosa, por qué no decirlo, la presidenta de Fueclaya no incidió en que el Ayuntamiento ha tardado más de un año en abrir unas instalaciones finalizadas ya durante la pasada legislatura, que también; ni siquiera en que por vez primera un colectivo vecinal deberá asumir el recibo de la luz y hacerse cargo de la limpieza de un espacio municipal, que también; sino que se desmarcó con una reivindicación referente a la nueva ‘obligación’ vecinal de encargarse, además de todo, de la limpieza en las fiestas del barrio, que comenzarán este mismo viernes.
“No hemos visto que la alcaldesa ni los concejales limpien lo que se ensucia en las fiestas de Logroño, por lo que pedimos que en Yagüe hagan lo mismo pues también pagamos nuestros impuestos”, espetó ante los micrófonos y cámaras de TV. “Me han dicho que no era el momento”, le escuché decir instantes después, ya fuera de foco. “Pues si no era éste, cuándo c… iba a ser”, hubo quien, una vez pasado el mal trago que le hizo pasar la mirada de algún que otro miembro del equipo de Gobierno, le respondió.