El paso de la Vuelta Ciclista a España por La Rioja no solo hizo que Logroño fuese TT (trending topic) en Twitter durante buena parte de la tarde de ayer y que un reconocido periodista como Javier Ares se ‘autoproclamase’ “admirador profundo de La Rioja” dejando constancia por escrito de que “Logroño es una de las ciudades más coquetas de España”, sino que también ha llevado a nuestras administraciones, que están en todo ellas, a asfaltar algunos tramos de vías urbanas e interurbanas de la región de cara a la llegada de la serpiente multicolor.
La subida a la estación de esquí de Valdezcaray, donde finalizaba una etapa, y la Gran Vía de Logroño, por donde transcurrió otra, han sido objeto de mejoras haciendo que no pocos, aficionados o no al deporte de la bicicleta, vean con otros ojos al pelotón y lo que conllevan sus pedaladas. “Hemos aprovechado el paso de la Vuelta”, se nos ha vendido por activa y por pasiva en las explicaciones políticas (casos de la LR-416 a Valdezcaray y la LR-111 entre Ojacastro y Valgañón); pero, ¿no será que el paso de la Vuelta obligaba a ello? Ya saben, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?