Ayer mismo, en plena elaboración de la información, hablaba con un responsable de una de las tiendas Zara en Logroño capital, perteneciente al Grupo Inditex, y me contaba algo que me dio que pensar… aunque empiezo a dudar si lo suficiente.
“A día de hoy el porcentaje de clientela que no encuentra su talla es mínimo… La cosa ha mejorado mucho y, por citar un ejemplo, en pantalones de mujer disponemos desde la talla 32 a la 46 llegando a la 48 en algunos modelos, y respecto a hombres, pasando de la 60. Que nadie dude de que nos gustaría tener a disposición del público desde la talla más pequeña que se comercializa en Japón a la más grande que se vende en Alemania, pero a veces no es posible por los propios proveedores”, me decía como, diligentemente, incluí con comas, puntos y puntos suspensivos en la correspondiente página.
Sin embargo, y en vistas del resultado, no se si pensé lo bastante pues, leyendo lo que me han enviado, me temo que me han colado un gol… un gol que, ante mis pocos conocimientos en tiendas de ropa, se me antoja por toda la escuadra.
Lo que acaban de leer me lo remite una amiga y, según sus señas, es una carta al director que podría ser publicada en cualquier periódico de España. Lo confieso: Soy nulo a la hora de distinguir un escote palabra de honor de uno de tipo barco… Y sí, lo reconozco: Hoy siento que me han metido un gol y de fútbol creo entender algo más…