Y pasó el verano, el otoño, el invierno y la primavera… y volvió el verano, el otoño y, a punto de llegar el invierno, uno que intenta estar en todo cae en la cuenta de que el premio ‘De Buena Fuente’ se secó, secó… Definitivamente o no, sólo la sucesión de las estaciones lo dirá. Tal vez esperar a la próxima primavera. El popular concurso de narración breve lleva faltando a su cita desde hace dos años después de hacerlo hasta 25 ininterrumpidamente. De hecho, ni siquiera llegó a cumplir el cuarto de siglo. Mejor dicho, no le dejaron.
Hoy puede ser tan buen momento para denunciarlo como otro cualquiera. Quizás hubiese sido mejor cuando al inicio del presente curso político la alcaldesa dijo aquello de que los tiempos de dificultades también son momentos para no descuidar el «alma de una ciudad como Logroño, que tiene parte de la misma en el castellano»… O cuando apenas unos días después se convocaba el VII Premio Logroño de Novela. ¡Todos sacando pecho del tercer certamen literario de mayor cuantía del país –hasta 45.000 euros– cuando sólo un año antes se prescindía de uno que en su última edición contaba con un primer premio de 3.000, un segundo de 1.000 y cuatro accésit de 500 y recibía hasta 110 relatos!
El premio ‘De Buena Fuente’, que en el 2012 hubiese celebrado su edición XXV –solo faltó un año a su cita, concretamente en el 2007 al convocarse precisamente el de novela ‘Ciudad de Logroño’–, se dejó en suspenso… y, lo que es peor, la justificación del equipo de Gobierno diciendo que lo convocaría dentro de los actos de la capitalidad gastronómica suprimiendo su dotación económica ni resultó justificación ni fue verdad. Sorprende que haya tanta preocupación por cuándo y cómo celebramos San Mateo y el ‘De Buena Fuente’, que coincidía con San Bernabé, no haya merecido más que el pesar de este humilde plumilla. ¿Algún lamento más?