Yerros, Hospital Viejo, Brava, Horno, Baños, San Roque y San Gil… Siete calles, siete. Y siete años, siete, los que a este paso se van a cumplir sin volver a saber nada del otrora cacareado plan de rehabilitación de la Judería de Logroño.
Recién terminada la intervención municipal dirigida a la retirada del cableado obsoleto y sin servicio en la zona, además de la recolocación de las líneas eléctricas y telefónicas para evitar que cuelguen sobre la vía pública, la pregunta se antoja obligada:
¿Para cuándo la renovación de uno de los espacios más degradados del Casco Antiguo de la capital? ¿Qué pasó con el plan director previsto para su recuperación? ¿Qué fue del trabajo de Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández León?
Que hace falta algo más que un lavado de cara es evidente… independientemente del debate histórico aún por cerrar sobre la existencia o no de la propia Judería.