El urbanismo al servicio de las personas y éstas y sus necesidades en el centro de cualquier actuación. La Villanueva reclama un plan social antes que uno urbanístico. Así lo dejaron claro vecinos, comerciantes y hosteleros del barrio en una asamblea ciudadana convocada por la asociación Madre de Dios el pasado miércoles a fin de debatir sobre el plan director elaborado por Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández León hace dos legislaturas y actualizado en la presente con el propósito de acometerlo en otros tantos o más mandatos.
Alrededor de un centenar de personas se dieron cita en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento, sin presencia alguna del Gobierno del PP, aunque sí de la oposición del PSOE, dejando constancia de que reforzar la seguridad y la limpieza en las también denominadas ‘siete calles’ urge más que constr uir un parking en la avenida de Navarra.
Y es que, aunque el aparcamiento es admitido como uno de los problemas no sólo de la Villanueva sino del conjunto del Casco Antiguo de Logroño, los vecinos de la zona entienden que un aparcamiento subterráneo de rotación en avenida de Navarra no sólo no es prioritario, sino que además no aporta solución alguna para el barrio.
«Habiendo tres en el Ayuntamiento, en El Espolón y en Jorge Vigón con plazas libres, qué adelantamos nosotros con otro de ese mismo modelo si ya estamos rodeados», vino a ser el sentir general. «Meternos en una obra de tales características puede suponer la puntilla para el sector comercial y hostelero de la zona, muy castigados ya de por sí con problemas mucho más acuciantes que los meramente urbanísticos», expusieron quienes regentan negocios en la misma avenida de Navarra.
El traslado del centro de salud de Rodríguez Paterna a la antigua Comisaría de Policía, aun siendo en la zona, es visto con recelo en el vecindario pues entienden que aún será peor para la degradada calle del mismo nombre.
Suciedad e inseguridad, amén de conflictos vecinales, fueron puestos de manifiesto por quienes viven en la zona –San Gil, San Roque, Baños, Horno, Brava, Hospital Viejo y Yerros– demandando un plan integral de actuación más pensada en sus gentes que en tal o cual edificio. «Confiar la recuperación de la zona a un aparcamiento subterráneo o elevado o a una torre exenta o abrazada no es suficiente», sentenciaba quien aseguraba llevar toda una vida en el barrio. Y es que el hecho de que la Villanueva reúna gran parte de los servicios sociales y contra la exclusión de la ciudad no pasó ni mucho menos desapercibido. «Se han encargado de centralizar en el corazón del Casco Antiguo todo lo que nadie quiere ver…», hubo quien llegó a decir.
A la dimensión social, se le vino a sumar la de la habitabilidad… «Desde que llevan dándole vueltas al plan director de ordenación, lo único que han hecho ha sido echar abajo más de 20 viviendas y sacar fuera a entre 60 y 70 familias», se puso de manifiesto. Tampoco quedó al margen la dimensión patrimonial. «Y, una vez recuperada la torre de San Bartolomé, que te puede gustar o no, nos vienen con que hay que volver a edificar donde hemos derribado precisamente para conseguir todo lo contrario… ¡Pongamos en valor nuestra historia!», fue otra de las voces que se dejaron oír.