“Sirvió, sirvió… claro que sirvió”, fue la respuesta unánime a la pregunta de qué pasó con el 15M con motivo de su cuarto aniversario. Diario LA RIOJA reunió en la plaza del Mercado a Sonia, David, Israel, Olga y Esteban, algunos de los miembros más activos de Asamblea Logroño –posteriormente se incorporó Elena–, para recordar aquellos días y todo lo que han supuesto, que no ha sido poco. Y es que, de entrada y al menos desde la transición, nunca como ahora se habló tanto de transparencia, de democracia y de participación, lo que ya de por sí es un buen inicio. Un inicio, según sus protagonistas, para seguir en ello. Y es que todos siguen viendo cuatro años después tantas o más razones que antes para salir a la calle a seguir ejerciendo la ciudadanía. Es un derecho. Los lemas de entonces siguen tan vigentes como en el 2011: ‘No somos mercancía en manos de políticos y banqueros’, ‘Democracia real ya’ o, como bien recuerdan, algo tan humano, humanitario y humanista como el “derecho a una vida que merezca la pena ser vivida”.
El 15M, también en Logroño y en La Rioja, visibilizó viejas causas que hasta entonces permanecían ajenas a ojos de la mayoría; tanto que, a día de hoy, nadie puede discutir que la agenda política y social no es la misma. La indignación de ayer no dista mucho de la de hoy, y ni siquiera la ley electoral será obstáculo en esta ocasión para que tanto los ayuntamientos como el Parlamento sean mucho más plurales. Pero, que nadie se olvide que no basta con votar cada cuatro años… El 15 de mayo ya forma parte de nuestra historia –negarlo sería hacer trampas– y, desde entonces, su vecino y el mío se politizaron o repolitizaron, pues la política es cosa de todos. También suya y mía. Cuatro años después, como bien dicen quienes fueron partícipes de aquello, “el espíritu del 15M sigue vivo” y no conviene confundirlo con ningún fantasma.