Pedaleo y aplaudo, pedaleo y vuelvo a aplaudir… La línea de ayudas aprobada por el Ayuntamiento de Logroño para subvencionar la compra de bicicletas urbanas con el 30% de su coste total siempre que éste no supere los 400 euros y con un máximo de 100 euros de ‘descuento’ no deja de ser un acicate para una ciudad que pretende hacer de la movilidad sostenible una de sus características más reconocidas y reconocibles…
La pionera convocatoria, dada a conocer por la Concejalía de Medio Ambiente como paso previo a su publicación en el BOR, servirá de ‘experiencia piloto’ para determinar, sabido su nivel de aceptación, la utilidad o no de la denominada ‘Declaración de la ciudad de Logroño en apoyo a la bicicleta’ y sopesar si tiene sentido mantener la iniciativa de cara al futuro.
Sólo entonces será tiempo de valoraciones, análisis y quién sabe si de reorientar una política de ayudas a la compra de vehículos de dos ruedas sin motor que podría hacerse extensiva a otro tipo de medios de locomoción 100% ecológicos. Por el momento, y a expensas de ver cómo funciona la novedosa propuesta, el único ‘pero’ que puede ponérsele es la partida destinada a la misma: 30.000 euros que se verán reducidos a los apenas 27.000 después de restar los gastos de la correspondiente campaña promocional y publicitaria y que dejará en entre 300 y 350 el número de posibles beneficiarios.
La crisis, una vez más, y con ella las maltrechas arcas municipales, están detrás de que, por ahora, Logroño siga siendo Logroño y quede pendiente para mejores tiempos lo de convertirse en un auténtico ‘Logroñámsterdam’…
P.D.
La imagen corresponde a un espectacular aparcamiento de bicis en Amsterdam… ¿Se imaginan algo similar junto al Ebro en un futuro no muy lejano? Lo dicho, pedaleen y aplaudan, pedaleen y vuelvan a aplaudir…