El Ayuntamiento de Logroño se las adjudicó a Jazz Group Comunicación como ‘propietaria intelectual’ del boceto del que saldrían los diseños. Jazz Group subcontrató la fabricación de las mismas con Nova Idea Imagen. Y Nova Idea Imagen, a su vez, encargó la realización de las piezas necesarias para su ensamblaje a Láser Ebro.
En definitiva, el contrato de las cuatro esculturas, las denominadas ‘estaciones de la vid’ del plan de dinamización enoturística, fue subcontratado hasta en dos ocasiones hasta llegar a una factoría de la localidad navarra de San Adrián especializada en el corte de precisión por láser de metales, en este caso, acero corten.
Láser Ebro, lo han adivinado, sería la subcontrata de la subcontrata de la contrata de la propia Administración local, quien a día de hoy sigue sin saber si el “suministro pagado pero no entregado” aparecerá poniendo punto y final a tal desaguisado.
“¿Por qué se contrata desde el Ayuntamiento unas esculturas de acero corten a una empresa de comunicación por algo más de 69.000 euros cuando por las mismas fechas se encargaron unas esculturas de similar material por 9.800 a una empresa del ramo del metal?”, se preguntó ayer la concejala popular Mar San Martín.
Evidentemente, no puedo responder a esa pregunta. Aunque sí les puedo adelantar que, independientemente de que se las encargasen a una empresa de comunicación o a una del metal, al final sería otra subcontrata la que las colocaría finalmente en los lugares elegidos. Así funciona el ‘show business’…
P. D.
¿Se acuerdan de aquello de la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte…? Lo dicho, propio de los Hermanos Marx.