Ni uno ni dos, al final serán tres… Y es que al campamento de las tropas francesas y al de las milicias logroñesas, este San Bernabé se les unirá el de los ‘indignados’.
Mucho han cambiado las cosas entre 1521 y 2011, pero lo cierto es que aún quedan asediados y, por tanto, motivos para la resistencia. Lo está él, lo estás tú y lo estoy yo… ¿que no? Detente, piensa un poco y ya verás.
El 15-M se queda en San Bernabé. Así ha sido decidido y así se hará siempre y cuando se llegue a un acuerdo (y todo indica que se llegará) con la empresa encargada de la organización del mercado renacentista, que no medieval.
Mañana se consensuarán los espacios con La Fragua de Vulcano, que así se llama la factoría a la que el Ayuntamiento de Logroño le viene confiando la recreación del sitio, sin descartar nada: desde que se tengan que levantar las tiendas hasta que todo se quede reducido a una única carpa a modo de punto informativo.
Eso sí, el sentir general es el de volver en cuanto se pueda pues nadie quiere que el movimiento pierda fuerza… Hablando se entiende la gente y el diálogo suele terminar en entendimiento cuando se buscan soluciones en vez de crear problemas y ese precisamente ha sido el camino decidido por consenso.
En cualquier caso, la decisión de permanecer en la plaza del Mercado conviviendo con los puestos de artesanía ha sido tomada por quienes allí pernoctan desde hace dos semanas y por quienes más activamente participan en las distintas comisiones de trabajo.
Desde fuera se puede opinar, sí, pero nunca será vinculante… Y ya sabéis lo que toca desde dentro, agitar las manos o cruzar los brazos en señal de acuerdo o desacuerdo.