Solo Joaquín, Miguel y Charo saben por lo que están pasando. Oficiosamente les dicen que sus hijos están bien, pero mientras no puedan hablar con Adrián y Miguel prefieren mantener la información en cuarentena. Lo único cierto es que 12 días después de su detención e ingreso en prisión aún no han podido ponerse en contacto con los jóvenes encarcelados.
La indignación ha calado hondo en unos padres que lo único que desean es que el caso llegue a su fin sin consecuencias futuras para sus hijos. Ayer tuve la oportunidad de hablar con ellos, y durante la conversación, se sucedieron las denuncias al papel jugado por parte de las autoridades españolas en torno al asunto.
¿Papel? Habría que decir ausencia de papel, lo que no deja de resultar curioso cuando estamos hartos de ver cómo al Gobierno de España le falta tiempo para intervenir en supuestos en el que algún compatriota queda atrapado en el extranjero por catástrofes naturales y, en este caso, haya optado por permanecer de brazos cruzados. Los padres lo saben… los ‘3 de Niza’, pese a no haber podido hablar con ellos todavía, también.