Aquí nadie está discutiendo la necesidad o no de un hotel de lujo en Logroño, ni la conveniencia o no del que sería el primer ‘cinco estrellas’ de La Rioja, ni muchísimo menos la viabilidad económica de un proyecto con una inversión prevista de entre 11 y 15 millones de euros en plena crisis económica… De hecho, respecto a este último punto, el principal y único preocupado supongo que será el propio Félix Revuelta que al fin y al cabo es quien se juega su dinero.
Lo presentado por el patrocinador del Naturhouse y dueño de la UDL al Ayuntamiento de Logroño en relación al edificio de Correos choca con el PGM, sí, y por mucha modificación puntual del plan general a la que se apele, y que claro que todo es posible y esto también lo es, en caso de aprobarse por el pleno municipal sería una aberración urbanística más de esta España nuestra.
Duplicar edificabilidad y volumetría elevando las alturas de dos a cinco, por mucho que crea Revuelta que realce la plaza San Agustín viendo una mera recreación sobre el papel, no sería de recibo ni urbanística ni patrimonialmente. El solo hecho de pensarlo resulta descabellado… El impacto visual, también sobre ese mismo papel, deja ver bien a las claras que el Museo de La Rioja quedaría a la sombra del ya bautizado como ‘mamotreto’ y lo de respetar las fachadas, dentro del grado de protección y conservación establecido no solo en el edificio sino en el entorno, quedaría una vez más sobre papel mojado.
Apenas iniciada la ‘revuelta’ tras la aparición del anteproyecto en Diario LA RIOJA, dos de las partes implicadas ya parecen haber tomado posiciones que se antojan inamovibles: el Ayuntamiento dice que así no, el promotor que si así no habrá que buscar posibles alternativas y Correos, que es quien debe dirigirse al primero para solicitar la modificación del uso dotacional del edificio previa a la operación (que nadie asegura que se cierre con el segundo y no con un cuarto), de momento ni está ni se le espera. La piqueta, afortunadamente, quieta… Y a la espera de soluciones de futuro para el inmueble, que al final debería ser lo prioritario al menos para la Administración local, parada y que siga así. El disparate, de momento y con eso me quedo, en suspenso.