Si es cierto que una imagen vale más que mil palabras, poco puedo yo añadir a la captada justo cuando regresaba de ver in situ el avance (y cuasi-culminación) de las obras de peatonalización de Bretón de los Herreros…
El derribo de Los Gabrieles no deja de sorprender a propios y extraños… ahora, a cuenta del estado en el que ha quedado el propio solar. La demolición del viejo inmueble ha finalizado… ¿o no?
Sólo la puerta, como si todavía esperase una última llamada, continúa en pie… Toc, toc… Repito: toc, toc…