La huelga de empleados públicos se quedó en amago. Y eso que dar (lo que se dice dar), dieron… pero unos a otros. Los funcionarios, al menos en La Rioja, dieron la espalda a la manifestación (en algunos casos para ofrecérsela al sol en alguna de las playas cercanas) y, ajenos a las siglas convocantes (CCOO, CSIF y UGT), contemplaron únicamente dos posibilidades para el 8-J: o trabajar o irse de puente…
Los más indecisos, alrededor de unos 2.000, comparecían en torno a las 12 horas en la plaza del Ayuntamiento de Logroño para manifestarse a pie por el centro de la capital regional y hacerle ver a Zapatero que con su sueldo no se juega…
Algunos también quisieron hacérselo ver a Pedro Sanz, lo que sirvió para dejar claro que del pacto ‘anti-natura’ entre sindicatos de clase y el autodenominado como independiente (funcionarios y empleados públicos), estando como estaba cogido con pinzas, no podía salir nada bueno…
Define el diccionario de la Real Academia de la Lengua la palabra bueno en sus tres primeras acepciones como 1) Que tiene bondad en su género; 2) Útil y a propósito para algo; y 3) Gustoso, apetecible, agradable, divertido… Y lo dicho, de la unión de acción de CCOO, CSIF y UGT no salió nada bueno…
12.30 horas: Las desavenencias surgen desde el pirmer minuto de manifestación. Las disputas por ver quién debe encabezar la pancarta con el lema elegido siembra el desconcierto entre unos y otros…
12.35 horas: Apenas transcurridos unos metros de la marcha… las desavenencias, bien presentes, vuelven a hacer acto de presencia en forma de ‘pancartazos’…
12.40 horas: CCOO, CSIF y UGT se dan cuenta de que fue un error echarse a la calle juntos (pues desde el principio quedó claro que no irían de la mano pero de ahí a llegar a éstas va un trecho).
13 horas: Viene lo bueno… Acalorada discusión de algunos de los responsables de los tres sindicatos. “¿A cuántos centros de trabajo habéis ido esta mañana?”, preguntan desde CCOO y UGT al CSIF. “No lo se, tendría que preguntárselo a todos y cada uno de mis delegados”, responden desde la central independiente y de funcionarios. “No hace falta que preguntes porque te lo decimos nosotros: ¡A ninguno!”, le espetan desde los sindicatos mayoritarios. “¿Será porque nosotros no tenemos tantas subvenciones?”, contraataca el otro sin amilanarse…
13.15 horas: CSIF, junto a ANPE y a los sindicales policiales presentes en la manifestación, deciden darla por terminada frente a la Delegación del Gobierno. El resto, marchan hacia la ‘concha’ de El Espolón. “Entendemos que el Gobierno de España (concretamente el presidente Zapatero) es el responsable, pero si otros quieren protestar ante el Palacete (en referencia al Gobierno de La Rioja) les animamos a que acampen allí”, ironizan desde la citada central.
13.30 horas: La manifestación, a esas horas, no es manifestación… Son grupos dispersos de gesto contrariado… ¿Escasa respuesta o exceso de situaciones de vergüenza ajena?
13.45 horas (por mi reloj): Llega el colmo. El secretario regional de CCOO, Koldo González, arremete en las alocuciones finales contra el CSIF, al que califica de sindicato ‘amarillo’. “Que se los quede Pedro Sanz”, proclama visiblemente acalorado. La decena de miembros del STAR (Sindicato de Trabajadores de la Administración Riojana) se dan a la fuga nada más oír sus palabras…
14 horas: Momento de valoraciones… ¿Éxito o fracaso? Unos y otros intentan por todos los medios eludir la pregunta. “Positivo”, se limitan a decir con la boca pequeña.