Dos estaciones, dos derribos, y ahí acaban los coincidencias. Si en agosto del 2010 las palas excavadoras y los martillos neumáticos no dejaban piedra sobre piedra de la vieja estación de tren de Logroño, en abril del 2012 prácticamente la misma maquinaria no está dejando chapa sobre chapa de la denominada estación provisional de Adif. La primera estuvo en servicio más de 50 años; la segunda, apenas dos… quizás fuese por eso por lo que la desaparición de la ubicada en la plaza de Europa no solo levantase mucho más polvo sino que además ocasionase mucha mayor polvareda… La de Marqués de Larios, a no ser que uno viva en dicha calle como es mi caso, llegó sin pena ni gloria y se va de la misma manera. Casi sin polvo. Apenas sin polvareda.