>

Blogs

Nuestro Bolsillo

Nuestro bolsillo

¿Vale un iPhone lo que cuesta?

Todo empezó en el 2007. Apple lanzó el iPhone original, y el modo de interactuar con casi todo cambió. El invento arrasó entre todo y entre todos: un estudio de aquella época afirmaba que un 70% de los jóvenes americanos preferían que les regalaran un iPhone antes que un coche. «Es más efectivo a la hora de impresionar a los amigos», decían entonces.

Ocho años más tarde, el iPhone ya no está solo. Apple y Samsung llevan años peleando en la cumbre, con sus iPhone y Galaxy pugnando por el título de teléfono más deseado del momento.

Sin embargo, en los últimos años el paisaje ha cambiado mucho. Sobre todo, por la irrupción de una muy pujante clase media, teléfonos cuyas especificaciones no tienen nada que envidiar a los grandes y que, sin embargo, valen… la mitad.

Clase media, clase baja

«Hay mucha diferencia entre un iPhone y un teléfono de clase baja», señala Juanjo Bilbao, experto en tecnología de TVR. «Con los teléfonos que están por debajo de 150 euros, la experiencia de uso baja mucho».

Pero no hablamos de eso, sino de la clase media de la telefonía. «Hay teléfonos que tienen especificaciones de gama alta, con precios que van de los 200 a los 300 euros, y que no tienen casi nada que envidiar a los de gama alta en prestaciones». Un ejemplo, que pone el mismo Bilbao: el Motorola Moto G, un móvil con 5 pulgadas de pantalla, 8 gigas de memoria interna, conectividad 4G… y que vale entre 200 y 230 euros.

Y hay muchos ejemplos: la marca española bq se ha hecho un hueco en el mercado con esa filosofía de la clase media: altas prestaciones, precio comedido. Así, uno de sus modelos (el Aquaris E5) fue el más vendido de las pasadas navidades. Y sin embargo…

Sin embargo, un segmento muy importante de los consumidores siguen optando por ese ‘top class’ de la telefonía, aparatos cuyos precios superan ampliamente los 600 euros (o los 700, en el caso del modelo más alto de iPhone, el 6 Plus) un precio a veces «endulzado» por las ofertas o el pago a plazo asociados a largos contratos con las operadoras.

Evidentemente, hay algunas diferencias: un iPhone 6 tiene, por ejemplo, lector de huella digital y una cámara de calidad fantástica (aunque con una cantidad de megapíxels, 8, nada exagerada). Y, aunque en esto hay gustos, hay auténticos fanáticos del sistema operativo de los iPhone, el iOS, sobre el Android que mueve a la amplia mayoría de «los otros».

De 193 a 799

¿Esas diferencias justifican un precio que es más que el doble? «No», contesta Bilbao. Entonces, ¿por qué tanta gente sigue comprándose un teléfono de la manzanita (o un Galaxy, o un Sony Xperia Z)?
«Tengo que confesar que no tengo ni idea», dice Bilbao. Porque en esta elección entran otras consideraciones que no tienen nada que ver con la compra racional. Según un estudio de la consultora especializada IHS, fabricar un iPhone 6 Plus que se vende por 799 euros cuesta… unos 196.

¿Qué justifica ese salto? «Tener un iPhone parece que te dota de cierto estatus social», aventura Bilbao. «Parece estúpido, pero al final se ha convertido en eso. Al final, el 90% de los compradores de teléfonos de gama alta tienen un aparato que les da el mismo servicio que cualquier otro teléfono que les puede costar 200 o 300 euros menos».

Por Pablo Álvarez

Temas

Blog de consumo de Diario La RIOJA

Sobre el autor

Comprar sin saber por qué no es buena idea. Descubramos juntos más cosas... y cómo dejar de hacerlo. Por Pablo Álvarez y Martín Torres


mayo 2015
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031