Irremediablemente, y debido a que la Tierra gira alrededor del Sol, todas las primaveras nos traen dos procesos que debemos padecer y sobrellevarlos lo mejor y más rápido posible: la alergia y la declaración de la renta.
Para aclarar conceptos sobre lo segundo, voy a exponer un pequeño índice:
– El plazo de presentación de la declaración de la renta termina el 25 de junio si le sale a pagar y el 30 de junio si es a devolver.
–En cuanto a rentas de trabajo, se está obligado a declarar:
a) Si provienen de un solo pagador y el ingreso bruto es más de 22.000 euros.
b) Si se cobra de más de un pagador y el importe bruto es mayor de 11.200 euros.
No obstante, si no tiene obligación de hacer la declaración de la renta, pero dispone de algún ahorro invertido y le han aplicado retención, haga la declaración para recuperar lo que le han retenido.
– La reducción por vivienda solo es aplicable a aquellas personas que la adquirieron con anterioridad al 1/1/2013.
Resalto dos novedades importantes para el IRFF del 2014:
– Se limita a 180.000 euros el importe de la exención en las indemnizaciones por despido o cese del trabajador. Todo lo que exceda de ese importe, a pasar por caja.
– Se declaran exentas las ganancias patrimoniales que se produzcan por motivo de:
a) Dación en pago de la vivienda habitual que se haga para cancelar la hipoteca con la entidad financiera.
b) Transmisión de la vivienda habitual en ejecución hipotecaria judicial o notarial para cancelar la deuda.
En ambos casos es necesario que el propietario no disponga de otros bienes. Referente al Impuesto del Patrimonio de 2014, se está obligado a declarar si la cuota tributaria sale a ingresar o el valor de los bienes es superior a dos millones de euros.
Las deducciones autonómicas de La Rioja del IRPF 2014 son:
– Por nacimiento o adopción del segundo hijo, 150 euros. Del tercero y sucesivos, 180.
– Por adquisición de vivienda habitual para jóvenes, hasta un 5% de las cantidades invertidas.
– Por rehabilitación de la vivienda habitual para jóvenes, hasta un 7%.
– Por adquisición o rehabilitación de segunda vivienda en el medio rural, hasta un 7%.
Mucho se habla del estado del bienestar y cada día exigimos más y más. Queremos que nos den todo, que nos hagan todo, que TODO nos salga gratis, pensando como dijo una ministra: «Total, el dinero no es de nadie». Pero hay una cosa bien cierta: lo que el Estado nos da con una mano es porque previamente nos lo ha quitado con la otra.
Debemos pagar impuestos en la medida de nuestros ingresos y precisamente por ello debemos exigir a los políticos honestidad y gestión eficaz. Me encanta cuando en las películas americanas un ciudadano cargado de autoridad moral recrimina al poder con la frase «yo pago mis impuestos». Me entristece cuando esa escena la paso al panorama español y me imagino chillándole al Estado: ¡yo pago mis impuestos! Y él, con media sonrisa en la comisura de los labios, apuntándome con un Magnum 45 y tras un leve silencio, me dice: vamos, no pagues y alégrame el día. ¡Qué bien se dispara con pólvora ajena!
Martín Torres Gavíria
Miembro de European Financial Planning Association España
finanzas@larioja.com