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Luismi Cámara

Objetivo 25 kilos

Cómo vivir unos sanmateos saludables

Este sábado voy a romper en añicos todo lo aprendido en tres meses de Objetivo 25 kilos. Este va a ser el día más negro de este reto (apuesto por negrísimo), el borrón más sucio en un historial casi inmaculado de pérdida constante de peso, sin apenas escapadas y salidas del camino correcto.

Llega la apertura de las fiestas de San Mateo y me voy a saltar a la torera dietas, consejos, sesiones de trabajo y esfuerzo por unas horas.

Ya sé que quizás no es la actitud más adecuada y que yo mismo me estoy convirtiendo en mi propio saboteador con premeditación y alevosía… pero ¡este sábado toca el mítico y clásico desayuno torero! para comenzar los sanmateos con fuerza. Una tradición que dura ya varios lustros y que está a la altura de las quedadas a las 6 de la tarde para los brindis con cava o sidra achampañada (conozco a más de uno que se estará carcajeando al leer estas líneas) en las tardes del 24 y del 31 de diciembre.

Pido por adelantado perdón a Roberto Molina y Paula Fernández, mis dos ángeles, porque esta vez me toca ser demonio. Esta vez, no atiendo a razones y me dejo llevar por mis instintos más primarios y por las tradiciones que aúnan fiesta, amistad y excesos gastronómicos.

Dentro de los hábitos saludables alimenticios y deportivos (que casi doy por adquiridos) que eran objetivo y meta de este reto -junto a la necesaria e importante pérdida de peso-, también era fundamental entender que las rutinas también se rompen, y que esas salidas de tono son buenas para no caer en agobios, ansiedades, cansancios y desánimos.

El de este 17 de septiembre es un desayuno tan pantagruélico, excesivo, exagerado y descomunal como sabroso, rico y suculento. El menú no cambiará mucho con respecto a lo siguiente: embutido variado y queso, albóndigas, pimientos rellenos, callos, patitas, lengua, champiñones, huevos fritos, quizás (y sólo quizás) ensaladas, agua, vino, gaseosa, cerveza, cafés, postres (la tarta al güisqui no suele faltar) y licores caseros. Lo que se dice un desayuno riojano en condiciones… y algo me dejaré por ahí. Después, tocará reposar la comida con algún refrigerio espirituoso antes de caer en los brazos de Morfeo con el deseo de despertar sin el merecido castigo de la dolorosa y pesada resaca.

No me está quedando precisamente este post demasiado educativo. La verdad es que no tiene una lectura muy positiva ni compatible con el espíritu original de Objetivo 25 kilos pero, igual que os cuento mis progresos, os avanzo mis fracasos y tropiezos.

Dicho esto, toca ahora hacer pedagogía por medio de Paula Fernández. Este jueves tocó visita prefiestera al Centro de Nutrición y Dietética Nutrium y paso por la báscula. ¡¡¡Ya puedo decir oficialmente que he perdido 20 kilos!!! Pero esto es otro asunto que podéis leer en el post ‘Quedan 5’.

Tras hacer balance y repasar los problemas y deberes de la semana anterior, tocaba hablar de San Mateo. Confesado por anticipado mi futuro pecado, Paula se centró en darme las pautas necesarias para disfrutar de unas fiestas de forma saludable.

Son consejos válidos para aquellos que quieres vivir los sanmateos controlando los excesos y que, palabra de gordo reconvertido, yo seguiré con rectitud a partir del lunes. Además, tras el sábado, durante la semana tocará retomar las sesiones físicas con Roberto Molina en el Centro de Fisioterapia y Medicina Deportiva Las Gaunas, en las que tengo seguro que me hará sudar los abusos previos.
Todo propósito de conseguir unos sanmateos sanos parte de una norma básica: NO IMPROVISAR.

Paula apuesta por escudriñar el programa de fiestas, ser selectivo y elegir las degustaciones, los aperitivos o las comidas. Por ejemplo, entre una degustación de embuchados y otra de revuelto de champiñones, será mejor elegir la segunda.

Ante la previsión de que se pueda comer de pinchos por Laurel o San Juan, de raciones por las casetas, en chamizos y sociedades grastronómicas con amigos, o disfrutar de la enorme propuesta gastronómica que ofrece Logroño en estos días, sugiere comer antes de salir de casa una pieza de fruta o unos frutos secos. Ambos ayudarán a hidratarse y a evitar la ansiedad.

Además, para seguir una dieta aconsejable, Paula explica que es conveniente intentar respetar los horarios y mantener las rutinas cuando se pueda.

A la hora de afrontar las comidas principales, hay que tener muy claro que lo más importante es la forma en que está cocinado el producto que se va a consumir, tanto en un plato como en un aperitivo. Por ejemplo, no es lo mismo tomarse un filete empanado que uno a la plancha.

Hay que prestar especial atención al pan. En un restaurante tendemos a lanzarnos sobre el bollo correspondiente y devorarlo antes de haber elegido siquiera los platos, y también el pan es un elemento fundamental en la mayoría de los pinchos. Moderación, por favor.

Con los dulces también hay que tener cuidado. Una buena pregunta que nos podemos hacer antes de engullirlos es si nos va a merecer la pena comerlo. Nos ayudará a conocer realmente si se puede evitar o realmente pensamos que el grado de satisfacción que nos va a producir supera cualquier otro aspecto negativo.

Pero quizás donde comentemos más excesos en este tipo de celebraciones es en el alcohol. Se toma bastante más que de costumbre y se cae en el error de cambiarlo por el agua. Es fundamental que, aunque se tomen otro tipo de bebidas, el agua esté presente en las comidas para evitar la deshidratación.

Dentro de que Paula no aconseja tomar alcohol -os recuerdo que a mí me permitía tomar un vino diario… pero sin acumularlos en un día si no los había tomado anteriormente-, se podría establecer un baremo entre lo que es mejor y peor. La cerveza y el vino son mejores que los combinados, que mezclan el alto grado del licor con los azúcares del refresco.

En el caso de la cerveza, la más sana es la sin alcohol, seguida por la clara con gaseosa, la caña normal. Desaconseja la combinación con el limón, de nuevo por los azúcares que se le añaden a la bebida.

Y después de pasarse, ¿cuál es la mejor manera de compensar los excesos?

Hay dos pautas fundamentales:

Realizar ejercicio físico.

Comer vegetales (verduras, ensaladas, fruta…). Se da por hecho que las proteínas y los hidratos van a estar muy presentes en las comidas fuera de casa, así que lo ideal es que no aparezcan en exceso cuando se puedan evitar.

Dicho esto, desde Objetivo 25 kilos os deseamos ¡¡¡unas felices fiestas de San Mateo!!!

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El difícil camino hacia una vida saludable por medio de la alimentación y el deporte

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