Estas dos últimas semanas, mis dos ángeles han dado una vuelta de tuerca más al reto. Paula Fernández está poniendo su empeño en que interiorice en este tiempo que resta cómo debe ser mi alimentación como deportista con una meta concreta y una preparación específica para lograrla… y, de paso, continúa aportándome más opciones y propuestas para llevar una dieta saludable y entretenida.
Mientras, Roberto Molina sigue muy pendiente de mí, pese a que él está embarcado en ese reto (a mis ojos imposible) de correr y acabar la maratón de Roma dentro de poco más de un mes. Bastante tiene ya con lo suyo, pero saca tiempo para prepararme un plan de entrenamientos más específico que apunta directamente hacia la media maratón del 28 de mayo.
Mi objetivo prioritario ya no es perder más peso. Mi intención es ahora mantenerme y tonificar, pero parece que mi cuerpo piensa lo contrario. Tengo la sensación de que cada vez como más y que no dejo de picar a todas horas. Eso sí, en mi cajón de mi mesa de trabajo, en el frigorífico y en los armarios de casa, siempre hay fruta variada y pasas, pan integral y frutos secos crudos, y mis comidas siguen intentando ajustarse a los consejos que Paula me ha ido dando estos meses. Fuera dulces (alguno cae en momentos muy puntuales), grasas saturadas, refrescos y demás productos insanos.
Así las cosas, el último paso por la báscula del Centro de Nutrición y Dietética Nutrium me sorprendió con 400 gramos menos que el anterior pesaje. Mi peso oficial es de 93,2 kilos. No recuerdo pesar menos en los últimos 25 años. Me encuentro fantástico y mi cuerpo responde como nunca.
Paula, como siempre, me preguntó por los planes que tenía para los días entre consulta y consulta. Con un fin de semana (el pasado) que se presentaba ajetreado, con visitas, comidas y cenas con amigos y familia, me recordó tres consejos básicos para esos días especiales: intentar evitar los dulces, seguir una alimentación consciente y mantener la rutina todo lo posible. Además, me preparó un plan de comidas de lo más variado, sin hidratos ante lo que se me venía encima, con días con legumbres, las dietas de la alcachofa, la de los espárragos, y la nueva dieta de naranjas y fresas.
Por la mañana, un zumo de naranja y un yogur con fresas; de almuerzo, fresas; para comer, pollo asado a la naranja (en rodajas o con zumo) y fresas con queso batido; de merienda, naranjas; y para cenar, bacalao al vapor o al horno con zanahoria rallada y fresas con naranja. Ese era el plan de esta última propuesta.
Gran descubrimiento esa receta de pollo a la naranja. Jugosa, saludable y rica. Me la he apuntado para repetir pronto… y mis hijos también.
Además, Paula me dio unos apuntes sobre nutrición deportiva en los que se explicaba los beneficios de una buena planificación nutricional, los nutrientes de los alimentos, y la alimentación que se debe llevar antes, durante y después de un entrenamiento o competición.
Prometo estudiar.
En la parte de la preparación física, la exigencia va en aumento. El pinchazo en el gemelo ya está prácticamente olvidado, gracias a las manos mágicas de los fisios del Centro de Fisioterapia y Medicina Deportiva Las Gaunas. Impagable lo que están haciendo conmigo.
El plan para la pasada semana de Roberto fue:
-Lunes 13 de febrero: 60 minutos de carrera a 150 pulsaciones por minuto
-Martes 14 de febrero: 10 minutos de calentamiento.
4×3000 metros a 5 minutos el kilómetro, con cuatro minutos de recuperación entre series.
-Miércoles 15 de febrero: Trabajo de pontenciación en sala
-Jueves 16 de febrero: Descanso.
Viernes 17 de febrero: 15 minutos de carrera por debajo de 150 ppm; 15 por debajo de 165ppm y 15 por debajo de 150 ppm.
Para esta semana, más madera:
Lunes 20 Febrero:10 minutos de calentamiento; 60 minutos por encima de 155ppm; 10 minutos por debajo de 140 ppm
Martes 21 Febrero: 10 minutos de calentamiento; 4x3000m a 5:00 min/km (3min recuperación); 5 minutos de trote
Miercoles 22 Febrero: Trabajo en sala con chaleco
Jueves 23 Febrero: Descanso
Viernes 24 Febrero: 10 minutos por debajo de 150ppm; 25 minutos por debajo de 165ppm; 10 minutos por debajo de 150ppm.
Las series se me están haciendo especialmente duras, pero me viene bien recordar a Roberto –“Nadie dijo que fuera a ser un camino fácil”-. La primera serie la aguanto bien; la segunda, sufro al final; en la tercera, sobrevivo como puedo y, en la cuarta, se me cae el mundo encima y la acabo como buenamente me permite el cuerpo y la cabeza, lejos de los tiempos previstos.
El resultado de este esfuerzo: AGUJETAS 😉. Así, con mayúsculas. Brazos, espaldas y cuádriceps se me quejan últimamente por lo que les pido. Pero, al menos, me queda la satisfacción de que estoy intentando hacer todo lo que puedo y confío a ciegas en lo que me dice Roberto. “Las series te van a costar durante un par de semanas más pero verás la mejoría que vas a tener. Sirven y mucho”, me explicó. Si tú dices que es así, seguro que será así. Insisto, confianza ciega.
Hasta estoy empezando a cogerle gusto a sufrir… pero sólo un poco, de momento.