Nacho Martín vivió ayer su primer partido en Las Gaunas al frente de la UD Logroñés. El técnico riojano apenas se sentó en el banquillo. Animó, dirigió y chilló. Es otra forma de dirigir a un equipo. Martín contaba el domingo con la ventaja de tener un equipo especialmente motivado, porque cuando llega un técnico nuevo los jugadores quieren ser de nuevo los mejores.
Fue un día plácido. La prueba, este vídeo.