Publica hoy ABC (el fotomontaje es suyo) que el Real Madrid piensa rentabilizar el Santiago Bernabéu con la creación de un hotel de cinco estrellas de lujo y de un centro comercial. Una idea que en el club blanco quieren que sea realidad en tres años, para el 2013. Y una realidad que le reportaría unos 200 millones de euros anuales en ingresos, es decir, la mitad prácticamente del presupuesto que maneja en estos momentos, pero cuyo origen no reside en el fútbol como tal.
Evidentemente, proyectos como éste quedan al alcance de pocos clubes y uno de ellos es el Real Madrid. Pero a otra escala, otras entidades también pueden pensar en ideas para rentabilizar estadios.
Ese es el caso de la UD Logroñés. Dicen sus regentes que el coste de mantenimiento es muy elevado. De hecho, el Ayuntamiento se lo ha quitado de su arcas en cuanto ha podido porque no deseaba invertir medio millón de euros cada año. Da la sensación de que Logroño no necesita más centros comerciales y de que no está preparada la ciudad para un hotel de lujo con habituaciones con vistas al terreno de juego, pero sí es obvio que todos los clubes necesitan imaginar para encontrar vías de ingreso llamadas atípicas, pero que son necesarias.
Atras quedan anuncios como los de un canal de televisión o guarderías en Las Gaunas, que no se han convertido en algo tangible. Ahora bien, el recinto ofrece múltiples propuestas de explotación, en especial las publicitarias. Sin olvidar, para que nadie se anticipe, que no son los mejores tiempos económicos los que vivimos.
En uno de esos aburridos partidos que nos ha ofrecido antaño la UDL llegue a contar más de 300 espacios publicitarios sólo dentro del recinto, dentro de lo que es el rectángulo de juego y las gradas, pero hay muchos más.
Cada cual en su estilo y dentro de su potencial (no hacen falta ni extraños inversores extranjeros y reinventores del concepto del fútbol. Pobre Oviedo) debe intentar explotar al máximo la oferta que genera la marca y la instalación para ser competitivo en este deporte. Así que tipos como Florentino Pérez, que igual no gana títulos, pero aportar ideas para potenciar económicamente un sector que se apoya en pies de barro, siempre son al menos analizables y estudiables con cierto detenimiento. Suya fue la propuesta de jugar a las 15.00 horas para coger el prime time asiático y acabará llegando. Al tiempo.