Definitivamente, en el fútbol se tropieza una y otra vez con la misma piedra. Ya sea en Logroño, Oviedo, Badajoz, Santander, León… o La Muela. Publica hoy el Periódico de Aragón que La Muela vive inmersa en una complicada situación económica, algo que ya se conocía. Pero aun hay más, por la localidad se ha dejado caer Luis Oliver, que parece querer comprar todos los clubes, e incluso se habla de capital guineano para sanear las arcas.
De momento, Fernando Puertas ha sustituido a Javier Abbas en la presidencia en representación de un grupo de empresarios que se ha hecho con un porcentaje pequeño de la propiedad. El accionista mayoritaria estaba reservado a Luis Oliver, que mientras estaba por La Muela intentaba defender sus intereses enel Betis. El mismo Luis Oliver del Xerez o el que apareció por Las Gaunas en plan salvavidas, pero vino sin flotador y como llegó se marchó. Vamos, que no le caben en la solapa los escudos de todos los clubes que le interesan.
Pero hay más. ¿Se acuerdan de los inversores guineanos que llegaron al Club Deportivo de la mano de Juan Hortelano? El entonces propietario de la entidad aparecio un día cualquiera de octubre del 2006 acompañado por Ruslan Obiang, secretario de deportes de Guinea, y Boris King, también relacionado con el deporte guineano. Firmaron un acuerdo ‘estable y duradero’ que estaría en vigor hasta el 2012. Por resumir, el Logroñés se hacía cargo de la dirección técnica de la selección africana (Quique Setién). Además, la entidad blanquirroja asumía la organización de la la infraestructura deportiva del país y la formación de técnicos. Todo a cambio de dinero. Nunca se supo más ni de los guineanos ni del dinero pactado y Setién tuvo que sudar para cobrar.
Ahora dicen que llega a La Muela un empresario petrolero, Cándido Nsue. Primero, conversaciones con abogados, filtradas. Si cuaja el acuerdo, llegará el Mr. Marshall africano. Después de vivir y leer tantas historias, además de ser curiosa y reiterativa, la realidad dice que a los jugadores de la pasada campaña se les debe dinero y a los de está, también. Eso, y que sopla mucho el viento.