El Veltins Arena unificó sus gargantas en un único grito: Raúl. Hasta el comentarista de la televisión alemana se despidio con un hasta luego, Schalke. El equipo de los mineros se ha colado en semifinales cuando nadie daba un duro por él desde hace tiempo. Ha eliminado al actual campeón, el Inter de Milan, al que ha clavado siete goles, tres de ellos de Raúl González Blanco.
El 7 de España ha desatado la locura en un club que acaba de lograr su mayor gesta deportiva en los 107 años que tiene de vida. Decir que Raúl es único es una obviedad. Su historial siempre tendrá dos líneas en blanco, la Eurocopa y el Mundial, pero cuando se retiré será aún más único. Cinco goles en la actual edición de la Liga de Campeones. 72 en total. Todo un récord. Será mmuy difícil, por no decir imposible, que un jugador español supere esa cifra en muchos años.
El Schalke, donde Raúl se ha convertido en una religión, jugará próximamente la final de la Copa. Y se medirá al Manchester United en Europa. Como no podía ser menos, el United es favorito para alcanzar la final. Estoy convencido de que el 7 aparecerá en esos dos partidos. Ayer lo hizo. Un primer gol en el que aprovechó el magnífico pase de Jurado para superar a Julio César y marcar a puerta vacía. Un calco del tanto que hizo en la final de París a Cañizares. Regate y gol. Ayer además se adornó con un espectacular pase en el segundo gol, en profundidad, con una mezcla de vaselina y cuchara, con ese toque marca de la casa. Capaz de romper una línea con un solo gesto. Lo dicho, Raúl González Blanco, Raúl. Es único. Para los morbosos. ¿Hubiera tenido sitio y este rendimiento (se acerca alos veinte goles) con Mourinho?
Y como las alegrías hay que disfrutarlas, aquí os dejo el enlace de Penalti y Espulsión TV para que veais sus acciones en el partido de ayer y la celebración con la grada y sus compañeros puestos de rodillas ante el Dios Raúl, como lo han bautizado algunos. Rockl&Raúl. Ir a los vídeos