El Palencia quiere que acuda el mayor número posible de aficionados a La Balastera. Quema su último cartucho por entrar en la fase de ascenso a Segunda División. Lo quema exteriormente, porque la verdad es que no tiene ya opciones de quedar entre los cuatro primeros. Debe sumar cinco puntos más que Real Unión o Alavés y sólo restan nueve. Para la UD Logroñés, con dos puntos de desventaja, ya resulta tremendamente complicado.
Así, y a pesar de estar inmerso el club en un debate de si se convierte en SAD o si se vende y de atender las demandas de los jugadores, a los que se les adeuda alguna que otra mensualidad (se habla incluso de negociar para evitar denuncias al final de temporada que pongan en riesgo la categoría), la entidad quiere aficionados, de casa a ser posible.
La estrategia es sencilla: hasta el sábado se podrán adquirir entradas a 10, 8 y 6 euros respectivamente y, además, con la que pagas te regalan una más. Es decir, dos por uno. A partir del sábado, esas mismas entradas pasarán a costar 20, 16 y 12 (Tribuna, Preferencia y Fondo Norte) respectivamente y no hay segundo pase de regalo.
Hasta ayer, casi un centenar de aficionados habían reservado su viaje hasta Palencia. La entidad no estaba muy contenta con la actitud de la palentina… pero es lo que hay. Algo sí deben tener claro los aficionados blanquirrojos: si no se gana en Palencia y Álaves y Real Unión puntúan, habrá que pensar salvo milagro en la próxima campaña.