Pocas conclusiones se pueden extraer del primer partido de la UD Logroñés. Era más un encuentro para exponer en el escaparate que para calibrar la calidad del tercer proyecto blanquirrojo. Aun así, y al margen de la lógica derrota ante un Primera División como es Osasuna (0-3), sí que se pueden observar algunos detalles.
Me gustó apreciar ambiente en las inmediaciones de Las Gaunas. Me sorprendió ver en la grada a tanta gente. Un 19 de julio no es día de fútbol, sino de playa, piscina y una vinito por la Laurel. Por poner un ejemplo. Entiendo que la gente tiene ganas de fútbol después de dos meses de silencio en Las Gaunas.
Me gusta el equipo que está construyendo el criticado por algunos José Ignacio Sáenz. Hoy se incorpora Rubén Durán. José Ignacio trabaja en silencio y con menos presupuesto que en anteriores años. Si por algo puede destacar el bloque actual es por sus bandas.
Si de algo carecían los dos equipos anteriores era de bandas. Buenas y de continuidad. Sobre el papel, De Paula, Manu García y Durán son tres jugadores de peligro. Primero, por su profundidad por el carril; segundo, porque tienen llegada y gol como lo demuestran sus estadísticas.
El partido de este martes deja también otra posibilidad muy real: Sergio Rodríguez jugará de medio centro. Calidad le sobra, pero ese puesto exige más que jugar de enganche con el delantero. Eso sí, el riojano tendrá mucho más juego exterior sobre el que apoyarse que en los primeros seis meses de este año.
Más. Iñaki se asienta definitivamente como lateral. Lateral ofensivo, de llegada. Le falta gol para jugar más adelantado, aunque también puede hacerlo.
En teoría los grandes beneficiados con la llegada de jugadores de banda serán Cervero y Souto, hombres puros de área. Ante Osasuna apenas gozaron del balón, pero es que la UDL no tuvo el cuero. La diferencia entre un Primera y un Segunda B es abismal.
A quien vi diferente fue a Osado. Jugó por el centro, como un segunda punta. Ofreció buenas sensaciones. Tiene calidad. Debe adquirir capacidad de sacrificio y personalidad parar crecer.
Ahora bien, el partido frente a Osasuna era del todo inapropiado, deportivamente hablando. Con apenas una semana de trabajo, debutar en la ronda de amistosos en casa y ante un Primera conlleva fracasar en el marcador. Diferente es que económicamente, como estrategia para animar al aficionado, sea más apropiado. Así lo refleja el ambiente que se vivió en el Municipal.
En suma, el encuentro no deja conclusiones deportivas dignas de recordar. Detalles, sí. Faltan jugadores en este equipo. Pero no solo a la UDL, sino a todos. El mercado sigue parado. En Primera, Segunda y Segunda B. Decía hace unos días Quique Pina, elevado a la categoría de gurú por algunos tras sus milagros en Murcia y Granada, que fichar a día de hoy es tirar el dinero, porque en unos días, sobre todo en agosto, las contrataciones se van a abaratar mucho. Y la economía prima más que nunca. Ahora bien, no es bueno contar con jugadores que no han completado la pretemporada porque luego son incapaces de ponerse al nivel de quienes la iniciaron el primer día. Deporte y dinero no siempre coinciden.