No está siendo un verano sencillo ni para clubes ni para jugadores. Pocos movimientos, pocos fichajes… y poco dinero. Los clubes intentan esconder su delicada situación económica proclamando su amor por la cantera. Es más barata. La Unión Deportiva Logroñés no escapa a la situación actual y sus exjugadores tampoco.
Ramón Borrell y Álvaro del Moral son dos de los futbolitas que ya han encontrado acomodo en Segunda B. El primero jugará en el Mirandés. Calidad le sobra, pero las continuas molestias musculares le lastran. Del Moral acaba de comprometerse con el Melilla, del grupo IV. Más vale tarde que nunca.
Otro que también parece haber encontrado equipo es Gaspar. Después de dos temporadas desperdiciadas militará en el Badajoz, conjunto al que la UD Logroñés se midió el pasado año en la Copa del Rey.
Sin embargo, la lista de jugadores sin equipo es mayor. Comenzando por la portería, Manuel Rubio no ha encontrado equipo todavía. Rubio, que en sus dos campañas en la UDL ha tenido una nota destacada. José Izquierdo tampoco tiene donde jugar. Miguel Ángel Molina rechazó la oferta de la Unión y luego quiso regresar. Está sin equipo, aunque su situación puede variar en pocas horas o días. Mario Gibanel es otro de los futbolistas que queda a la espera de que algún conjunto le llame. Esta misma semana, Gustavo Souto saldrá del equipo, aunque ya tiene destino. Popo también tiene libertad de la UDL para hacer lo que quiera con su futuro.
Y todo ello con una rebaja en las propuestas económicas. Aun así, la oferta de jugadores supera la demanda. Los equipos siguen esperando, El tiempo juega a su favor, aunque los técnicos lleven peor eso de trabajar en pretemporada con continuas llegadas.