Hace un año, día arriba, día abajo, Nacho Martín entraba en el vestuario que ocupa la UD Logroñés en Albelda, abría la puerta, oxigenaba el recinto, daba un golpe en la mesa (metafóricamente hablando) y dejaba muy claro quién mandaba allí. Me da la sensación de que está obligado a hacer lo mismo. Será porque […]