Como el fútbol es muy caprichoso, la UD Logroñés no ganó sobre el campo, pero sí en la clasificación, ya que el punto que ha sumado ante el Eibar le permite salir de la plaza de promoción merced a un triple empate (Arandina y Real Sociedad). Los blanquirrojos volvieron a fracasar. Fueron superiores al Eibar en la primera mitad y también en ocasiones de gol, pero en fútbol manda los goles. Los blanquirrojos fueron de menos a más y acabaron fundidos y dando las gracias porque la mentalidad eibarresa no es precisamente ofensiva.
Fueron varias las ocasiones de gole que tuvo la UDL en la primera mitad. Las generó porque buscó las bandas y sobre todo porque disfrutó del balón Rubén Durán. Sin embargo, cuando el jugador gallego despareció, al inicio de la segunda mitad, y el Eibar se tornó más defensivo si cabe, la UD Logroñés se desvaneció. De hecho, los armeros fueron superiores en los últimos veinte minutos, pero sólo fueron capaces de disparar una vez entre los tres palos y después de una segunda jugada. Y eso que según Manix Mandiola el Eibar jugó ayer su mejor partido lejos de Ipurúa y puso el fútbol. Cuestión de opiniones.
Ahora bien, la UD Logroñés también debe ser consciente de que estar fuera de promoción es algo anecdótico. Anímicamente es un empujón, pero la obligación de ganar será mayor en Lemona que lo ha sido en Las Gaunas. Pensar que ayer se generaron ocasiones, algunas de ellas muy claras (dos de Manu García), es un consuelo que sirve de poco. Suman los goles, no las ocasiones ni los partidos que durán 45 minutos.